Era mi maestra de piano… Y por ende, el respeto que sentía por ella era muy grande… Además, era comadre de mis papás y formaba parte de esa enorme familia constituída por todos los vecinos de la “Colonia 18 de Marzo” en mi añorado Minatitlán…
—Hijito, te busca Spooky Mazaparra…
—Qué pasó…
—¿No vas a jugar…?
—Sí, pero primero tengo que tomar clase de piano… Espérame tantito, no tardo…
—¡Úchaleee… Cuando termines de tu clase ya vamos a andar como por la octava entrada…!
—No, no me tardo nada porque como no estudié, me va a dejar la taréa para la otra y además hoy hay juego de cartas y no creo que quiera tardarse mucho porque el Capitán Esperón llega temprano para estar a tiempo para el poker… Por qué no me esperas a que termine y nos vamos juntos…
—No, porque si no, no me escogen en el equipo que quiero, mejor le digo a Beto que te escoja y que no tardas…
—Pues yo juego por él mientras…
—¡Que no, Leticia, ya te dije que vamos a jugar puros hombres…!
—¡Pues ya quisieran los hombres jugar como yo… Ashhh… Quédense con su beis, yo me voy a cortar tamarindos…!
—Bueno, entonces me apuro y le voy a decir a la Sra. Anita que no estudié nada… Ahí te alcanzo…
Ana María Esperón… Así se llamaba mi maestra… O al menos, así se hacía llamar, en esa época, las mujeres se sentían orgullosas de llevar el apellido del marido… Alguna vez, llegó mi querida y recordada Maestra a la casa y le pidió a mi madre sintonizar la XEW porque su cuñado (que en realidad era primo), Ignacio Fernández Esperón, Tata Nacho, estrenaría una canción con la orquesta Típica que él mismo dirigía en aquel legendario programa “Así Es Mi Tierra”… El radio era un compacto, de los más modernos… Un Zenith negro que parecía una cajita con trazo elíptico donde años antes habíamos escuchado la pelea de Raúl Ratón Macías… La misma señora Anita Esperón, sintonizó la “XEW… La voz de América Latina…” y el presentador, que si mal no recuerdo era Pedro de Lille, anunciaba con bombo y platillo al Maestro Ignacio Fernández Esperón, “Tata Nacho” como el anfitrión del programa y director de la orquesta que participaba en el mismo. Yo miraba hacia el techo como una especie de estrategia que me permitía volar hasta aquellos lejendarios estudios donde desfilaban noche a noche todas las “estrellas” del firmamento musical de México… Me imaginaba ahí, sentado en el estudio Azul y Plata, escuchando a los invitados en turno, entonar la bellísima canción de Tata Nacho… “Así es mi tieeeerraaaaaaaa/ morenita y luminoooosaaaaa/ así es mi tieeeerraaaaa/ tiene el alma hecha de amoooooooor…” Grandes voces de Grandes cantantes, se fundían en ese coro que erizaba la piel y el alma al comenzar el programa… Esa noche, lo recuerdo muy bien, fue la primera vez que escuché la voz de una mujer que interpretaba nuestra canción tradicional con un gusto muy particular, con toda la intensidad que nuestra música requiere, con ese dejo melancólico que sólo los mexicanos llegamos a comprender bien a bien la mayoría de las veces… Y el dejo triste de la canción mexicana, se veía intensificado por el peculiar estilo que utilizaba falsetes cortos en casi todas las notas agudas de los cantos que le tocaba exponer… Una lágrima se veía contenida en mitad del corazón sin saberme explicar bien a bien el por qué… Jamás olvidaré cuando la anunciaron: “Recibamos con un gran aplauso a nuestra estrella Matilde Sánchez, “La Torcacita”… Con el tiempo, me enteraría de la historia de esa legendaria intérprete mexicana. Nace Matilde Sánchez en una tierra de gran tradición musical de méxico: Tequila Jalisco… Desde luego, esa región del agave azul, de donde se obtiene el mexicanísimo tequila, ha sido veta interminable de nuestra música tradicional, así que desde su nacimiento, Matilde se vio envuelta en esa magia de nuestra canción… A muy temprana edad, sus padres se ven obligados a mudarse a Tampico, Tamaulipas y es justamente ahí, donde “La Torcacita” se vería atraída hacia la radio y la música. Pero, curiosamente, no fue la música en sí lo que le atrajo a la estación local, sino un programa de aficionados cuyo premio era una bolsa gigante de dulces… Matilde, como buena niña, soñaba con tener para ella sola una bolsa de tal tamaño para ella sola, de tal manera que acude a escondidas de sus padres al concurso y gana. Para su desfortuna, su hermana Faustina la sorprende y amenaza con acusarla pero Matilde la convence de que juntas volvieran a participar para ganar más dulces. Con el tiempo Faustina y Matilde, formarían el dueto “Las Tapatías” en tanto que oriundas de Jalisco. Viajan las niñas a la ciudad de México y consiguen cantar en la “W” pero el Sr. Emilio Azcárraga Vidaurreta sintió que el nombre del dueto era muy fuerte para la ternura que las hermanitas despertaban y así las bautiza como “Las Torcacitas”. El dueto va desarrollándose con gran éxito hasta que Faustina al cumplir 15 años, se decide por el matrimonio y Matilde con gran tristeza y frustración, se regresa a Tampico… La fortuna quiso que Paco Miller, afamado ventrílocuo y empresario de caravanas musicales, llegara a ese puerto con una caravana en la que Lucha Reyes era número estelar… Lucha, por problemas de dipsomanía, no podría cantar. Paco, no sabía qué hacer y alguien le recuerda que Matilde, de aquellas “Las Torcacitas” vivía ahí… Después de mucho estira y afloja, Miller convence a Matilde de que sustituyera a Lucha Reyes pero las tonalidades en que cantaba Lucha las canciones eran muy altas y Matilde al no alcanzarlas recurre inteligentemente a un recurso vocal: El falsete. Fue de esta manera que las notas agudas, las hacía graciosamente en falsete, lo que le valdría como un “estilo” que la llevaría a la fama… Y esa noche, cuando con mi Maestra Anita y mi madre escuchábamos la radio, nos enteramos que la canción que se estrenaría en “Así es Mi Tierra” era Justamente uno de sus éxitos, sería la canción de Agustín Lara “Vuela Paloma Torcaza”… “Vuela paloma torcaza/vuela paloma cucu/ anda a buscarla a su casa/ paloma currucucú…” Matilde Sánchez “La Torcacita”, se distinguió siempre por su humildad y compañerismo. Así, conoció a la no menos célebre María Lucila Beltrán Ruiz, quien era secretaria de la XEW y la ayuda a entrar al programa para comenzar su carrera inmortal con el nombre de Lola Beltrán gracias al apoyo de Matilde… Figura indiscutible, Matilde Sánchez, “La Torcacita”, muere por insuficiencia renal a los 61 años de edad el año de 1988 como una de las reinas de la canción ranchera… ¿Cuándo entenderán los productores de radio y televisión que nuestro acervo musical es un verdadero tesoro por seguir llevando al mundo entero…?
*Cantante, compositor y escritor.
Uffff, Godoy, qué transportarnos a esos años tan añorados de la «18 de Marzo». La Sra. Anita, el Capi Esperón, Spooky y… yo. Jajaja, si, definitivamente jugaba beisbol mejor que muchos de ustedes. La Sra. Anita, una virtuosa del piano y tu mami, con su voz privilegiada, tan entrañable, qué recuerdos de esas noches bohemias, en convivencia nuestros amados padres y nosotros, niños, asomados por las ventanas, gozando también y aprendiendo a apreciar la buena música con ellos. Un beso desde siempre.