Por Pablo Gastélum*
Selvas del color verde del jade
Rios, corrientes de ámbar que fascinan
Y sus cascadas, diamantes que refrescan el alma
Lagos de turquesa, ópalo y aguamarina
Su música: canto de aves
Gallos y guacamayos;
Cenzontles con sus sones;
Palomas y gorriones
Festinan entre ramilletes exóticos
De dalias, orquídeas, pompones
Azaleas, gardenias y girasoles
Entre los cuales se asoman
Jaguares, monos, flamingos y tapires;
Merodean avispas, mariposas y colibríes
Tejiendo un tapiz
Que con gracia toman las mujeres
Para adornar sus pechos y caderas,
Mujeres que pasean por el bosque
Émulos discretas de Ceres y Nereidas.-
Monumentos arqueológicos custodian
Su selvática belleza
Y dan testimonio de lo que hombres dioses
Otrora nos legaron;
Extasiándonos conjuntamente
Con lo que la madre naturaleza
Sigue prodigando,
Esmerada en ornamentar
Los arrobadores lares chiapanecos.
*Notario Público