Por Sofía Mireles Gavito*
A un año de los festejos del bicentenario de la batalla de Tonalá, acaecida el 19 de abril de 1813; la lucha sigue dando mucho de que hablar entre los tonaltecos, principalmente sobre el tema del lugar donde se dio el hecho. Muchos siguen creyendo que la lucha se dio en un rancho llamado “La Chincúa” por el rumbo de la colonia Evolución de la ciudad de Tonalá e insisten que hubo fusilados en Paredón. Los ánimos se caldean, se dan comentarios apasionados, sin llegar a tener acuerdos definitivos.
Como muchos hechos del pasado, la batalla de Tonalá quedo en la memoria colectiva como una lucha donde los tonaltecos lucharon con Matamoros para defender la Independencia; más esta tradición oral del pueblo no coincide con los datos que dan las fuentes primarias del Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal y la carta de Matamoros dirigida a Morelos que salió en el periódico El Correo Americano del Sur firmada en Tehuantepec, Oaxaca el 8 de mayo de 1813 y publicada en fecha del 17 de junio de 1813.
La batalla de Tonalá se da el lunes 19 de abril de 1813, tardó 3 horas: de las 3 a las 6 de la tarde; quedando dos heridos: Matamoros, en el muslo izquierdo, y el capitán realista Zea, debajo de la ingle.
Con respecto al lugar donde sucedió la batalla, se sabe que fue en la Raya, es decir, en la frontera entre los reinos de Nueva España y Guatemala. Los insurgentes hablan de un cerro y los realistas (el cura Luciano de Figueroa) dicen que fue en un callejón de monte escarpado llamado “El Portillo de las Huertas” en el camino montañoso, que es la serranía de “La Gineta”.
Matamoros en la carta que envía a Morelos desde Tehuantepec describe el cerro así: “…tendría de alto como cien varas, y de circunferencia como quinientas, coronado de peñas muy gruesas alrededor;…”(1) Si la vara equivale a 0.835 metros, el cerro mediría de alto: 83.5 mts y de circunferencia 417.5 mts.
En esta carta, Matamoros reconoce que su fuerza consistía: “…en setecientos hombres de fusil, doscientos de lanza y trescientos de caballería”(2), haciendo un total de 1,200 hombres. Y nos dice también que su capitán de avanzada, don Manuel Zavala, a las dos de la tarde del lunes 19 de abril” …me participaba haber alcanzado un trozo del enemigo como de doscientos hombres, y que por hallarse en punto desproporcionado…no rompía el fuego;…”(3)
Se ha hablado de los motivos de la intervención de la 7ª División auxiliar de Guatemala comandada por el teniente coronel Manuel Fernando Dambrini a Tehuantepec; y así algunos autores consideran que fue para vengar la muerte de quien había sido su Capitán General, Antonio González Saravia, gobernante ejemplar, y quién había sido fusilado el 2 de diciembre de 1812 por instrucciones del general Morelos. Más pudiéramos decir, que hubo otros motivos muy poderosos que hicieron que el capitán general José Bustamante y Guerra mandara a Dambrini a Tehuantepec y son: en primer lugar, porque Tehuantepec era la provincia limítrofe con el territorio guatemalteco; y por lo tanto, se temía que el movimiento insurgente se introdujera a la Capitanía de Guatemala. En segundo lugar, porque con la ocupación insurgente del istmo se ponían en peligro sus productos comerciales, principalmente el añil, que hacían pasar por Tehuantepec y por el río Coatzacoalcos con destino a Veracruz, y se hacía este recorrido del producto chiapaneco del añil porque durante la guerra que tuvo España con Inglaterra, el comercio centroamericano estaba amenazado por los corsarios ingleses. Y tercero, porque Bustamante consideró fácil la recuperación de Oaxaca por la partida de Morelos a Acapulco a principios de febrero de 1813.
Hago estos comentarios porque hay algunos folletos que afirman que Dambrini vino a conquistar la costa de Chiapas y Tehuantepec; que las fuerzas de Dambrini eran invasoras y sojuzgaban a la costa de Chiapas. En primer lugar, poniéndonos en el año de 1813, Tonalá en esa época formaba parte de la provincia de Chiapas y ésta a la Capitanía de Guatemala. Dambrini no invadió la costa de Chiapas para conquistarla, vino a Chiapas y a Tehuantepec a proteger el reino de Guatemala y Chiapas incluido de los insurgentes, a proteger el comercio centroamericano para que no cayera en manos de Morelos, y pudiera salir rumbo a España. Es decir, Dambrini vino a defender los intereses de los españoles peninsulares del Istmo de Tehuantepec, a los españoles de la provincia de Chiapas, y a la vez, proteger los intereses de la Iglesia que era la dueña de haciendas y ranchos en ésa época.
Los 100 tonaltecos que participaron en la batalla de Tonalá o la Raya, iban en plan de apoyo logístico en la retirada de la división de Dambrini, que venía huyendo del Batallón de Matamoros. Esto motivado por la fama que ya tenía Matamoros como el verdadero fundador y organizador del ejército insurgente.
Dambrini traía de Guatemala una división con 250 hombres, la mayoría mulatos del puerto de Omoa y Trujillo, Honduras. Como España en el periodo colonial poco gastaba en partes militares, la división de Dambrini venía con falta de disciplina, adiestramiento y equipo.
En conclusión, la batalla de Tonalá tiene gran importancia porque fue el único escenario de confrontación militar en el periodo de la Independencia (1810- 1821), que se dio en la provincia de Chiapas; aunque no tuvo mayores repercusiones en la Capitanía de Guatemala.
NOTAS:
(1) De María y Campos, A. Matamoros, Teniente General insurgente. pp:62.
(2) Ob. Cit. Pág: 63.
(3).Ibidem. pág:61.
BIBLIOGRAFIA.
De María y Campos, Armando. Matamoros, Teniente General Insurgente. Edit.Jus.México, 1964. Pp:136.
Llano, Ambrosio. Los Insurgentes y el Obispo de Chiapas. (Correspondencia). Boletín del Archivo Histórico Diocesano. Vol. V. No. 4-5. San Cristóbal,1996. Pp: 7-40.
*Cronista de Tonalá, Chiapas.