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Cuatro veces Venecia… ¡Arrivederci..!

Por domingo 12 de febrero de 2012 Sin Comentarios

Por Alberto Ángel El Cuervo*

Nuevamente, al encuentro de Venecia y su magia… Las calles, a esta hora solamente eran caminadas por sus habitantes normales salvo uno que otro cuervo invasor… A dos cuadras de la casa estudio de Santacroce, nos detenemos al infaltable espresso machiatto en una “Pasticcería” de las más tradicionales, “Targa”… Verdaderamente delicioso… Los pastelillos venecianos así como los helados gozan de una fama bien merecida… “¿Cómo se llama esta calle? Quiero apuntar bien la dirección para cuando regrese a Venecia venir a mi pastelito y espresso” “Aquí las direcciones no contemplan las calles sino los barrios… Y estamos en el mismo barrio que mi casa que es el de San Polo, solamente hay que apuntar el barrio y el número…” “Sestiere San Polo 1050… Venezia…” Vuelta a la caminata hasta llegar a “Campo Santa Margherita”, una bella plaza donde me llama la atención que hay una construcción aislada de todo… Es la que fuera casa de Il Boia, el verdugo que se encargaba de decapitar a los condenados… Nadie quería vivir junto a él y por eso la casa, hoy en día oficinas del gobierno, permanece aislada de las demás… Vamos camino a La Academia, un museo bellísimo donde se concentran obras de la llamada Escuela Veneciana de pintura…

—¡Miren, miren en esta ventana… Tienen un Tintoretto… Qué increíble…!

—Sí, maestro… En Venecia los “tintorettos” salen hasta debajo de las piedras jajajaja. Hizo muchísimas obras y es común verlas en todos los rincones…

Con un sentimiendo de admiración y sorpresa, llegamos a otro rincón de las mágicas callejuelas venecianas… Hay una vitrina… No pertenece a nadie… Pertenece a todos… Pertenece a Venecia… En esa vitrina puesta en la pared de un antiguo edificio (no hay de otros en esta ciudad museo), se puede observar una fotografía de la antigua Torre de San Marco… No pasaría de ser algo que produce nostalgia, de no ser porque la foto, fue tomada justo en el momento en que se derrumbaba… Muchos eventos previos habían dañado la torre continuamente… El terremoto de 1511, los múltiples rayos que caían en la cúspide causando grieta enormes, etc., hasta que el lunes 14 de julio, a las 9:47 de la mañana sobrevino el derrumbe, justo cuando un fotógrafo ocasional estaba disparando el obturador de su cámara… Se habla de trucos de manipulación de imagen, pero en realidad es dífícil pensarlo en esa época… Su reproducción, fue prohibida por su dueño Antonio De Paola pero se puede ver en esa vitrina de Venecia para asombro y conjeturas de propios y extraños… Sorprendido aún, llegamos a La Academia, se anuncia una exposición temporal de Lorenzo Lotto… La admiración permanece ante la imponente belleza de los edificios que son todo mármol y madera… Y una vez dentro de la galería, viaja la vista recreando a plenitud la llamada escuela veneciana de pintura… República de Venecia… Un lugar independiente y próspero que algún día fuera considerada la capital comercial del mundo… Sin que esta acaudalada ciudad padeciera los estragos de las guerras y confrontaciones como sucedió en Florencia, por ejemplo, pudo ser tierra fértil para la germinación de la escuela veneciana de arte pictórico… Es en realidad un conjunto de tendencias y movimientos dentro del arte que posteriormente se expandieron a toda Europa… La belleza sin par del paisaje urbano de Venecia, fue capturado una y otra vez en los pintores representantes de esa escuela… Muchos son los grandes artistas de la escuela veneciana, pero sin lugar a dudas, deben considerarse como básicos expositores: Tiziano, Tintoretto, Paolo Caliari (también conocido como Paolo Veronese), Lorenzo Lotto y Giambatista Tiépolo… Se llena el alma y la mirada de la excelsitud de la “Escuela Veneciana” sala tras sala… Tiziano, renacentista nacido en 1477 es tal vez el artista de donde se desprende el movimiento… Considerado como uno de los más versátiles y más capacitados entre los de la escuela veneciana, Tiziano Vecelli, fue conocido entre sus colegas como “el sol entre las estrellas” a manera de halago y en referencia a la última línea de La Divina Comedia… Tintoretto, uno de los grandes pintores de la escuela veneciana venerado en Venecia, su ciudad país natal, Jacopo Comin, su verdadero nombre, es tal vez el último gran renacentista italiano… Su talento ha sido motivo de inspiración para artistas posteriores no sólo en la pintura sino en otros rubros del arte como la literatura. Así, Jean Paul Sartre, el gran filósofo existencialista del siglo XX, escribió varios ensayos sobre el artista veneciano y su gran talento… Así, recorriendo paisajes, retablos, retratos y escenas diversas, de pronto en una sala gigantesca, aparece la obra de Paolo Caliari… Es el “Convivio en casa de Simón”… La obra mide más de 70 metros cuadrados, por lo que se antoja como si pudieramos subir la escalera y participar verdaderamente del convivio con Jesús y los apóstoles… Considerado veneciano por cariño, en realidad Paolo Caliari nació en Verona, por lo que también se le conoció como Paolo Veronese… Aprendíz de Tiziano y Tintoretto, Caliari siempre mostró preferencia por los grandes formatos… No resistí la tentación y pedí a Dario me tomara una foto de tal manera que se mostrara la dimensión del cuadro de Caliari… Faltaba Lotto, finalmente era a quien la Galería de la Academia anunciaba prufusamente… Aunque nacido en Venecia, durante mucho tiempo Lorenzo Lotto no fue bien visto en su propia tierra y su pintura, que en su mayoría consitió en retablos y temas religiosos, a su muerte cayó en el olvido… Por eso, ahora, en esta exposición, Venecia intenta reconciliarse con uno de sus hijos célebres rescatándolo para los mismos venecianos… Al salir de La Academia, como siempre, Darío va comentando secretos de la ciudad romance… casi en frente, cruzando el canal, está “Cadario”, una mansión maldita… Se cuenta que quien compra ese suntuoso palacio, al poco tiempo muere… Hasta la fecha, todos sus compradores han cumplido la maldición… Y Cadario, permanece deshabitado… A medida que vamos de regreso a “Sestiere San Polo”, la nostalgia aparece previa a la partida… Mientras Darío nos hace notar las diferentes clases de mármol con que la Basílica de San Marco está construída debido a que ese mármol fue “robado por los piratas venecianos, macho… Se lo chingaron de otros sitios y por eso se ven tan distintos…” nos dice en un español con acento a veces baturro, a veces italiano y con la utilización mexicanísima que significa que se robaron el mármol… Mientras escuchamos sus narraciones… Yo escucho dentro de mí “Que ces`t triste Venice…” tenía razón Aznavour cuando decía: ¡Hoy Venecia sin ti, qué triste y sola está…! Venezia… ¡Arrivederci…!

*Cantante, compositor y escritor.

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