Por Juan Salvador Avilés Ochoa*
En la época del porfiriato, la población de El Valle, ubicada en el municipio sinaloense de Mocorito, era una de las más importantes, teniendo a la agricultura y la ganadería como principales fuentes de riqueza; también existía una importante actividad minera como la que se realizaba en las comunidades de Lo de Gabriel, El Magistral y el mismo Valle.
El 19 de agosto de 1876 el coronel Manuel Inzunza llega a la villa de Sinaloa al mando de 60 hombres con el propósito de buscar y proteger al general Francisco Cañedo, quién el 11 de julio pasado se había pronunciado a favor del Plan de Tuxtepec impulsado por don Porfirio Díaz. Encuentran al general Cañedo en la comunidad de El Valle, desde donde lo conducen hasta San José de Gracia.
El 11 de junio de 1878, la señora Josefa Gutiérrez de Loza se presenta ante Reyes Pérez, juez del distrito ubicado en la villa de Mocorito para dar a conocer que ha dado en venta a Severo Loza, hermano de su esposo Otón, dos acciones y media que tiene en el rancho de Caminahuato, cuyas acciones fueron adquiridas por herencia de su finado esposo.
El 28 de enero de 1880, Ignacio Velderrain, hijo legítimo de Refugio Velderrain y de Dionicia Carrillo, informa al juez Jesús Salcido que contrajo matrimonio con Marina Acosta del cual procrearon seis hijos de nombres María Dolores, Pedro Ignacio, María Isabel, Clemente, Efrén y María, éstos últimos menores de edad y que su esposa falleció en mayo de 1878 y que los bienes que posee son fincas urbanas en esta villa y terrenos en el Potrero en este mismo distrito.
El 11 de noviembre de 1891, los señores Ignacio Sandoval y Enrique Pacheco se constituyen en una sociedad civil bajo la razón social “Sandoval y Pacheco”, que tendrá por objeto medir y deslindar los terrenos baldíos, huecos y demasías existentes en el estado, en virtud del contrato celebrado con el gobierno federal el 26 de junio de 1890, quedando la administración de la empresa a cargo del Ing. José Lino Ramírez y los terrenos a deslindar son: Palmar de los Leal, Bequillos, Carricitos, La Palma, Lo de Gabriel, entre otros.
En 1879, los distritos de Badiraguato, Culiacán y Mocorito concentraban el 69% de los denuncios. En el censo de 1886 se registraban ricos criaderos metalíferos en el distrito de Mocorito, como los de oro en Bequillos y Cerro del Tapali, de cobre en las Tahonas, Cerro Agudo y Ranchito y dos vetas de plata en San Benito.
A través del decreto número 4, del 15 de octubre de 1890, emitido por el Congreso del Estado de Sinaloa, se erige en Alcaldía la congregación de El Valle con las celadurías del Tule y Mezquite, de la Alcaldía Central del distrito de Mocorito, siendo su cabecera El Valle.
Por muchos años, Próculo Espinoza fue comerciante en la comunidad de El Valle, dejando en 1904 la población para establecerse en Cananea, Sonora.
A mediados de noviembre de 1904 aparece una gavilla de siete a nueve bandidos, en la parte oriente del distrito y parte de Badiraguato. Se hace necesaria una acción enérgica de la autoridad, pues el comercio de la Villa de Mocorito recibirá un rudo golpe si la inseguridad continúa. La Ciénega, El Valle y San Benito también peligran por la acción de dicha gavilla, la cual se dedica a imponer préstamos forzosos, matar ganado y asaltar minas.
La Acordada del distrito de Sinaloa logró aprehender a un miembro de la gavilla en El Sitio, distrito de Badiraguato.
El servicio de correos que salía de la Villa de Mocorito a distintos lugares de la región, contemplaba la salida a Bacubirito, pasando por El Valle, los días miércoles, viernes y domingo a las doce de mediodía.
En enero de 1905, la Prefectura del distrito había dirigido un oficio al síndico de El Valle, ordenando no permitiera bajo ningún concepto ninguna clase de juegos de baraja, pues se tenía conocimiento de que en el Tule tales juegos constituían la única ocupación de sus habitantes, y como no trabajaban, fácil era suponer que dicho punto debía dar buen contingente para la gavilla que tan activamente se estaba persiguiendo.
El 11 de febrero, en la editorial del periódico La Voz del Norte, José Sabás de la Mora, director del periódico, habla de la situación actual del distrito de Mocorito y sobre su potencial para el desarrollo. Comenta, entre otras cosas, que sus principales poblaciones son Angostura, San Benito, El Valle, Capirato y Pericos.
El 5 de mayo se jugó en la villa una carrera de caballos entre El Moro de El Valle y El Zaino del Tule, ganando este último.
El 13 de junio se inauguró la línea telefónica de esta Villa a Bacubirito, la cual pasa por El Valle. Dicha línea forma parte de la red que para comunicar las principales poblaciones de esta región se propone construir el prefecto del distrito, Antonio Echavarría. Falta por ahora tender el hilo eléctrico de Playa Colorada a la Brecha y Ciénega, y pedir la concesión para unirse con Pericos y Bacamacari.
En la Alcaldía de El Valle las escuelas primarias eran dirigidas por las siguientes personas: Alfonso Juárez dirigía la Escuela de Varones y la señorita Rosenda Méndez la Escuela de Niñas, mientras que Donaciano Ibarra era el director de la Escuela Mixta de El Tule.
En septiembre, el periódico La Voz del Norte solicita corresponsales para cubrir varias comunidades, entre ellas El Valle.
Rosenda Méndez renuncia a la dirección de la Escuelas de Niñas de El Valle, para cubrir la vacante dejada por la señorita Felipa López en la Escuela de Niñas de la cabecera, es sustituida por Felícitas López.
Los señores Eduardo Hicks y Miguel Moreno salieron para El Valle a ver la mina de plata del Vainorito, en la que actualmente hay muy buenas labores de explotación. La mina es propiedad del señor Moreno y de Jesús Domínguez.
En aquellos tiempos, la ley señalaba que la educación estaba a cargo de las autoridades del distrito, tanto en la parte de la infraestructura como en el pago de los salarios a los maestros, asimismo marcaba la aplicación de multas a los padres de niños faltistas.
El padrón escolar del distrito era del orden de cinco mil niños y niñas, el número de escuelas no llegaba a cuarenta entre oficiales y pagadas por los vecinos, por lo que corresponderían ciento veinticinco alumnos promedio en cada escuela. El promedio de inscripción era del 50%, es decir, sólo la mitad de los niños en edad escolar asistían a los planteles escolares.
Durante la prefectura de Antonio Echavarría se instaló una red telefónica entre Mocorito y las poblaciones de Pericos, Guamúchil, Angostura, El Valle, Higueras, Palmar de los Sepúlveda y Bacubirito, entre otras.
El 26 de enero de 1906, llegó a Mocorito el obispo de la Diócesis de Sinaloa, don Francisco Uranga y Saénz, y dos misioneros; los señores Antonio Echavarría, Dr. Enrique González Martínez, Serapio López, Manuel C. y López, presbítero Gerónimo Vidales y Eduardo Hicks fueron a recibirlos a El Valle, donde se les brindó una comida y por la tarde salieron rumbo a la Villa, siendo recibidos en El Chinal por varios vecinos de la población y de Mocorito.
Durante las fiestas del carnaval en la villa llegó el profesor Ricardo G. Campillo, inspector escolar de la Zona Norte del Estado, a pasar visita a las escuelas de la localidad, Angostura, El Valle y San Benito.
En el Juzgado de Primera Instancia del distrito de Mocorito, a través del edicto del 27 de febrero del año en curso, se ventilaba una venta de los señores Diego y Ruperto Inzunza, vecinos de las Tahonas, que tiene concertada con Pedro Inzunza en la cantidad de 650 pesos la venta del derecho y fincas que representan en el lote número 6 del terreno de las Tahonas, ubicado en la Alcaldía de El Valle del distrito de Mocorito.
En diciembre son nombrados alcaldes propietario y suplente de El Valle, los señores Braulio Espinoza y Juan M. Gámez, respectivamente.
En la Prefectura del distrito se han recibido seis tubos de linfa para la vacunación de los niños y niñas de Angostura, Pericos, El Valle y San Benito.
La Prefectura del distrito, con fundamento en la parte final del artículo 53 reformado de la Constitución de Sinaloa, ha extendido nombramientos para síndicos de Capirato, Angostura, San Benito y El Valle. En este último lugar se nombró a los señores Marcelo González y Andrés Castro como síndicos propietario y suplente, respectivamente.
El 30 de abril de 1907 muere Eustaquio Buelna, el más ilustre de los hombres que ha parido Mocorito.
A mediados de mayo llegó a la Villa de Mocorito el profesor Agustín F. Blancas, inspector escolar de la Zona Norte del Estado, sustituto del profesor Ricardo Campillo, para inspeccionar las escuelas de la localidad; permanecerá una semana en la cabecera y luego saldrá para El Valle, San Benito, Angostura y Pericos.
El 21 de mayo, el señor Juan José Jacobo salió rumbo a Bacubirito, para instalar una oficina en El Valle y hacer las reparaciones necesarias en la línea telefónica.
En marzo de 1908 don Pedro Inzunza, dueño de algunos terrenos en Las Tahonas, inaugura el Hotel Inzunza en la Villa.
Gabriel Labrada, vecino de El Valle, era uno de los tantos suscriptores del periódico La Voz del Norte, por lo que también recibía la revista Arte, editada en la misma imprenta que se hacía el bisemanario.
Así discurría la vida cotidiana de este pueblo de barro y caña en aquellos tiempos.
*Cronista de Mocorito.