Por Mario Arturo Ramos*
Y como quiero que nadie
sepa lo que me interesa
me pongo a amansar potrancas
celestes sobre la arena
“Remolino interior” fragmento Nicanor Parra
La poesía chilena es una expresión artística que se lee y se respeta en el mundo. Pablo de Rokha, Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Gonzalo Rojas y Nicanor Parra son nombres importantes en el quehacer poético austral. El Premio Cervantes para algunos equivalente al Nobel de Literatura Española, fue instituido en 1976 para reconocer a los escritores iberoamericanos; el primer ganador fue Jorge Guillén. Al galardonado se le entregan una presea y ciento veinticinco mil euros, el 22 de abril de cada año en Madrid, España, en una sesión solemne presidida por el Rey Juan Carlos de Borbón, fecha que conmemora un aniversario más del fallecimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, este 2011 se le otorgó al poeta que “dejó de creer hace mucho tiempo en los premios” y que nació el 5 de septiembre en 1914, en San Fabián de Alico, cerca de Chilán, República de Chile. Hijo de Rosa Clara Sandoval Navarrete y Nicanor Parra, hermano de la inmortal compositora y cancionista, Violeta Parra, a la que Nicanor llama “árbol lleno de pájaros cantores”, de Roberto y Eduardo Parra Sandoval.
Durante medio siglo
la poesía fue
el paraíso del tonto solemne
hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa
suban, si les parece
claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por boca y raíces.
La historia del laureado poeta tiene en los 30 del siglo XX, con la muerte de su padre -alegre bohemio, ingenioso y bebedory el rompimiento de la casa paterna, un momento culminante al trasladarse a Santiago de Chile, para ingresar al Colegio Barros Arana. En 1935 junto a Carlos Pedraza y Jorge Millas, publicó la Revista Nueva el que más tarde sería licenciado en física y ciencias exactas por la Universidad de Chile. El que en 1943 se inscribió en la Universidad de Brown, de Rodhe Island, EE.UU, especializándose en mecánica avanzada; en 1949 asistió en las aulas de la Universidad de Oxford, Inglaterra a la cátedra del cosmólogo Milme. Su camino en la poesía adquirió un especial significado con “Cancionero sin nombre” editado en 1937, muestra de la audacia poética que significa a la obra de Parra quien asume como poética, el compromiso de desenmascarar la realidad aparente del hombre iberoamericano contemporáneo, el periodo finalizo según cuentan los estudiosos con “Poemas y antipoemas” en 1954, ejemplo claro de una voz singular que logra enfrentar con sus textos a la ilusión estética que producen otras formas de hacer poesía, tesis que explicaba el autor: “La antipoesía es un género literario por sí mismo, que utiliza elementos del lenguaje común y los trasforma hasta convertirlos en absurdo, pero también en elemento de autocrítica festiva que además se mofa del lenguaje y la solemnidad.”
Te regalo la luna
seriamente -no creas que me estoy burlando de ti-
te la regalo con todo cariño.
¡Nada de puñaladas por la espalda!
Tu misma puedes pasar a buscarla
tu tío que te quiere
tu mariposa de varios colores
directamente desde el Santo Sepulcro.
“Para que veas que no te guardo rencor”.
La obra de Nicanor Parra es prolífica: “La cuesta larga”, “Versos de salón”, “Camisa de fuerza”, “Obra gruesa”, “Antipoemas”, “Artefactos”, “Sermones y predicas del Cristo de Elqui”, “Nuevos sermones y predicas”, “La cueca larga”, “Coplas de Navidad”, “ Hojas de Parra”, “Páginas en blanco”, “Poesía política”, ” Discursos de sobremesa”, “Ejercicios retóricos”, “Poemas para combatir la calvicie”, “Fiesta de amanecida”, “Obra completa”, son solo algunos de los más 20 libros que hacen merecedor a su autor del Premio Cervantes 2011. El escritor chileno a los 97 años, con toda justicia es el triunfador elegido por el jurado entre una pléyade de destacados autores que fueron candidatos a la presea: Eduardo Galeano, Ernesto Cardenal, Fernando del Paso, Homero Aridjis, Margo Glantz, tal y tal; justicia literaria que llega en la segunda década del tercer milenio al creador de un estilo poético que funde el humor negro con ironía, erotismo, musicalidad interna y audacia que solo puede brotar de un gran poeta.
*Investigador y autor.
