Por Luis Alfonso Grave Tirado*
Aunque arqueólogo de profesión por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la verdad es que a Francisco Samaniega el título de arqueólogo le queda chico, y más bien deberíamos inventar un nuevo nombre para lo que él ejerce, antes se me hubiera ocurrido “Nayaritólogo”, pues no hay otra persona, viva o muerta, que haya conocido tan a fondo el pasado, presente y hasta el futuro de El Nayarit, lo que nos ha dejado plasmado en más de 200 libros, uno sobre cada municipio y muchos más.
Pero también sabe, y mucho, de sus vecinos, en particular si algo, por mínimo que sea, tuvo que ver con Nayarit. Por fortuna, ese conocimiento no se lo guarda para sí, o para mí, ya que cada que nos vemos me atiborra de datos sobre Escuinapa, sobre Mazatlán, etc., que unos días después ya olvidé. No todos tenemos su memoria. Ahora, al fin se decidió a compartir con todos, y por escrito, los datos que tiene sobre Escuinapa. Y he aquí el resultado.
El libro está estructurado en forma cronológica y está compuesto de citas de casi cualquiera que haya tocado, aunque sea de soslayo, la historia de Escuinapa. Complementadas con algunos comentarios esclarecedores para situar el contexto dentro de la historia regional. Como muestra algunas tomadas casi por azar.
1763 “En el mapa particular de las costa del “Mar del sur” de Diego Joaquín Garavito (1763) (…) aparece Tiacapán (puerto hoy situado a 40 km. de Escuinapa) con el símbolo de Hacienda, en la isla situada enfrente de la actual Teacapán…” (Macías, 1996: 20), entonces en jurisdicción de Acaponeta, como hoy de la de Tecuala, Nayarit.
1860 Manuel Lozada sorprende a un destacamento de soldados liberales en Acaponeta, fusilando a un teniente y a varios de los vecinos, y con 1800 hombres que iban a su mando y el de Fernando García de la Cadena, el 7 de febrero sitia el pueblo de Escuinapa que está defendido por el coronel Antonio Rosales y doscientos soldados del Batallón 20 Ligero de Sinaloa; prendiéndosele fuego al poblado, mientras los sinaloenses huyen del mismo, al tiempo que Ramón Corona permanece inexplicablemente en El Rosario mirando cómo las llamas destruyen Escuinapa (Nakayama, 1983: 247-286; en Ortega y López Mañón, 1987: 354).
1864 Don Blas Osuna, primer prefecto de Escuinapa, es quien construye el primer mercado (López Alanís et al apud Figueroa y López, 2003: 226).
1904 El primero de mayo Julián Maldonado, oficial mayor del gobierno del estado, se dirige al prefecto del distrito de El Rosario, comunicándole la instrucción del C. gobernador de Sinaloa, el tepiquense Francisco Cañedo, de permitir las fiestas de Escuinapa denominadas “Paseo del mar de Las Cabras”.
Esto ha llevado a la conclusión, errónea desde mi punto de vista, de que ese año se celebró la primera Fiesta del Mar de las Cabras.
1915 Se suprimen las directorías políticas cuando se erigen los primeros once municipios libres, siendo Escuinapa de Hidalgo uno de ellos, creado por decreto del 7 de septiembre de 1915 y ratificada su categoría en la constitución de 1917.
1925 Se inicia la construcción del actual palacio municipal y del nuevo templo de San Francisco de Asís en Escuinapa (www.e-local.gob.mx-E-local-sinaloa-escuinapa), destruyendo para ello su antigua capilla del siglo XVIII y su vieja “casa municipal”.
1928 Se organiza la Sociedad Cooperativa “Salineros de Escuinapa” y la Sociedad Cooperativa “Juan Carrasco” (López Alanís et al apud Figueroa y López, 2003: 233).
1953 El 4 de octubre nace la Empacadora de Escuinapa S.A. de C.V., cuyo primer gerente es Julio Berdegué (Páez apud Figueroa y López, 2003: 157) y misma que “… llegó a contar hasta con 1,200 empleados durante cada zafra camaronera. Esta empacadora concentraba la producción total de camarón obtenida desde Mexcaltitán, Nayarit, hasta el Pozo de la Hacienda en el municipio de Mazatlán…” (Simental apud op. cit.: 175).
Y así se sigue, Paco Samaniega con la historia contemporánea de Escuinapa, haciendo hincapié en los hechos de algunos de sus personajes más ilustres, ya sea por nacimiento o adopción, como: general Martín Espinoza, coronel Jesús “El Gallo” Durán, coronel Francisco Pérez “El Gacho”, Natividad Toledo, Roberto Kenny Espinoza, Severiano Moreno, Antonio Aguirre, Antonio Toledo Corro, Maximino Guzmán, alias “Chimino”, El Güilo Mentiras, Dámaso Murúa, Rafael Oceguera, Carlos Oceguera, José Roberto Espinoza, Nacho Millán, Arnoldo Topete, Ernesto Rivera, Jorge Macías, Alicia de la Mora “Milicha”, y muchos, muchos más…
Así, el libro resultará interesante, tanto para aquel que le interese la historia completa de Escuinapa, como a quien quiera averiguar qué papel jugó nuestro pueblo en ciertos acontecimientos mayores como la Conquista de México, la Independencia, la Revolución, la guerra cristera, etcétera; e incluso para quien sólo quiera enterarse que quién es quién en la historia de Escuinapa.
Esperemos que este libro nos sirva de aliciente, a todos aquellos estudiosos del pasado, oriundos de Escuinapa, y que les aseguro: no somos pocos, para decidirnos a escribir también nuestra historia vista desde aquí.
Bueno, sólo me resta animarlos a que adquieran el libro. No se van a arrepentir. Está a la venta en el Museo Arqueológico de Mazatlán.
*Arqueólogo. Investigador del Centro
INAH Sinaloa en su sede del
Museo Arqueológico de Mazatlán.