Por Salvador Echeagaray Picos*
El notario público trabaja permanentemente en favor de la legalidad y la certeza jurídica dentro la comunidad social en la que se desenvuelve.
Actualmente nuestra profesión cobra una relevancia especial que la distingue como una de las organizaciones gremiales de profesionistas estratégicas para Mexico.
En esta ocasión, en mi carácter de comentarista invitado del poeta de la cantera queretana y de los sentimientos de sus arraigos ancestrales, Mario Arturo Ramos para que el suscrito escriba preferentemente de temas de índole jurídico en el cada vez mas prestigiado periódico cultural La Voz del Norte, me convierto por decisión propia en esta ocasión, en la voz del notariado sinaloense para que a la vez de ser un vínculo entre nosotros mismos, ofrecer información a la sociedad sinaloense de los variados servicios que presta el notariado en el ejercicio profesional que le es inherente.
La ley suprema de los Mexicanos, es decir, la constitución general de la República, establece una serie de garantías individuales que se ordenan en cuatro grupos: De igualdad, de seguridad, de libertad y de propiedad. Garantías que el Estado mismo tiene la obligación de vigilar y desde luego garantizar su pleno goce y ejercicio.
El antecedente constitucional que refiero tiene que ver con el notariado no solo de Sinaloa si no de todo el país, ya que al ser depositario de la fe pública delegada por el Estado, nos constituimos en garantes de la vigencia y de la legalidad de los actos y hechos en los que se interviene.
La función notarial la han referido en el área de asuntos jurídicos de la Secretaria de Gobernación como “Una garantía para la sociedad al estar encomendada a peritos en derecho, profesionales que actúan conforme a una ética estricta y a una plena observancia de la ley.
Se destaca que, en su ámbito de acción, el notariado propicia que las garantías constitucionales y su pleno ejercicio se materialicen en situaciones especificas, las cuales cuentan plenamente con el respaldo de la certeza y seguridad que se deriva de su intervención.
Bajo el amparo de las referidas garantías, las personas pueden adquirir bienes y decidir libremente el destino de los mismos, toda vez que el concepto de propiedad es uno de los derechos humanos y atributos de la personalidad física y moral, reconocida por la ley para la existencia jurídica, individual y colectiva, de las personas. Dichas cualidades permiten adquirir derechos y obligaciones, modificarlos o trasmitirlos, conforme a las figuras previstas por la legislación y tomar la decisión de que produzcan los efectos jurídicos que se consideren.
Los teóricos de la materia notarial señalan que el patrimonio como expresión individualizada de la riqueza colectiva, en la medida en que circule produzca y brinde frutos; puede incrementarse, reinvertirse y contribuir al bienestar general, ya sea coadyuvando en la vía fiscal para el sostenimiento de las instituciones publicas, o en la generación de ingresos, empleos e inversiones.
Debe decirse que sin importar el tamaño del patrimonio que se tenga, el respaldo económico que representa le da la oportunidad a su titular de participar en actos jurídicos, ya sea para trasmitirlos, vía enajenación, llevar a cabo inversiones en actividades productivas o bien para realizar actos de disposición por cualquier vía legal. De lo anterior, se sustenta la importancia del testamento, pues el mismo favorece la armonía familiar, el orden patrimonial, la previsión y la responsabilidad que conlleva disponer de los bienes por la vía testamentaria.
Al ser designado septiembre como el mes del testamento tenemos que se manifestó la importancia de la participación solidaria del notariado sinaloense en especial y en el notario en el ámbito nacional en su tarea de promover a bajo costo la regularización y protección jurídica de las familias mexicanas, sobre todo, de las menos favorecidas.
Entendemos que el pueblo mexicano, sobre todo, aquellos sectores menos favorecidos aprecian que los notarios estamos en la mejor disposición para contribuir al logro de ese vital esfuerzo de garantizar el patrimonio familiar, ya que para el ciudadano siempre será recomendable contar con el respaldo y orientación de un especialista en derecho, como lo es el notario, en asuntos inherentes al testamento, ya que con ello se evitarán conflictos familiares y eventualmente litigios judiciales costosos.
*Notario Público