Por Faustino López Osuna*
En 2011, Sinaloa está cumpliendo 180 años de haberse constituido como estado libre y soberano. Desde su creación, en 1831, ha tenido 58 gobernadores, incluido el actual, Mario López Valdez. De ellos, 16 únicamente duraron un año o menos, en el cargo. 5 se reeligieron. 1 fue asesinado. Y los últimos 9, de 1957 a 2010: Gabriel Leyva Velázquez, Leopoldo Sánchez Celis, Alfredo Valdez Montoya, Alfonso G. Calderón Velarde, Antonio Toledo Corro, Francisco Labastida Ochoa, Renato Vega Alvarado, Juan S. Millán Lizárraga y Jesús A. Aguilar Padilla, beneficiados del plan sexenal inaugurado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), ejercieron constitucionalmente, por seis años, la gubernatura.
Desde su nacimiento, Sinaloa ha contribuido con páginas de gloria a la historia nacional. Cuando apenas cumplía 16 años, participó ya, durante la intervención norteamericana de 1847, en la inmortal defensa del Castillo de Chapultepec, con el patriota rosarense Téofilo Noris, apoyando con pertrechos a los Niños Héroes. Durante la intervención francesa los sinaloenses combatieron por la República con Domingo Rubí, en las estribaciones de la sierra de Concordia y Durango, y con Antonio Rosales, en San Pedro, Culiacán. La participación de la tierra de los once ríos en la Revolución Mexicana fue proverbial, enarbolando los anhelos por la democracia, entre otros, Rafael Buelna Tenorio, Salvador Alvarado, Gabriel Leyva Velázquez y Juan de Dios Bátiz Paredes.
Removiendo el polvo de la historia, encontramos que, en 1831, el primer gobernador de Sinaloa fue Agustín Martínez Castro, en el tiempo que era presidente de la nación Anastasio Bustamante (1830-1832). Los cinco gobernadores sinaloenses que se reeligieron, entre el siglo XIX y el XX, fueron: Pomposo Verdugo, 1848-1850 y 1856-1857. Francisco Cañedo, 1877-1879, 1885- 1887 y 1893-1909. Mariano Martínez de Castro, 1880-1884 y 1988-1892. Manuel Páez, 1928 y 1933-1935. Y Gabriel Leyva Velázquez, 1936-1939 y 1957-1962.
Cabe resaltar que los dos periodos de Mariano Martínez de Castro, sirvieron de entretelones de los tres de Francisco Cañedo y que 36 años antes, en 1844, por los apellidos, también fue gobernador del estado un pariente suyo: Agustín Martínez de Castro. No tengo el dato que permita establecer el parentesco de ambos con Agustín Martínez Castro, el primer gobernador (1831).
Plácido Vega, muy cuestionado por los juaristas recalcitrantes, gobernó 4 años, de 1859 a 1862, iniciando su administración cuando era presidente de los Estados Unidos Mexicanos Félix María Zuluaga Trillo, quien duró en el poder solamente 8 días, del 24 de enero al 1 de febrero de 1859, ya que fue puesto en prisión por Miguel Miramón y Tarelo, que ocupó la presidencia provisionalmente, de 1859 a 1860. Vinieron enseguida, afortunadamente de manera sucesiva, tres de los más grandes e inolvidables gobernadores que pusieron a Sinaloa en los más brillantes párrafos de la historia patria: Antonio Rosales (1864-1865), Domingo Rubí (1866- 1871) y Eustaquio Buelna (1872-1875). Rosales asumió la gubernatura durante el llamado segundo Imperio Mexicano (1863-1867), en el periodo de Francisco José Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), y Rubí y Buelna siendo presidente de la República Benito Pablo Juárez García, Benito Juárez (1867-1872).
Debe subrayarse que los 27 años que sumaron en el poder Francisco Cañedo y Mariano Martínez Castro, juntos, transcurrieron durante la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911) y que, a la muerte de Cañedo en 1909, extrañamente a escasos días de que se ajustició a Jesús Malverde, a quien persiguió infructuosamente durante 21 años, vino, en 1910, el porfirista Diego Redo, quien fue sustituido, en 1911, por Celso Gaxiola Rojo. Como premonición de la inestabilidad política y social que sobrevendría en el país con el estallido de la Revolución, en el breve periodo del gobernador Felipe Riveros (1913-1914), ocurrió un hecho peor que el del presidente por ocho días que le tocó a Plácido Vega: al iniciar Riveros su gobierno, fue presidente de la República Pedro Lascuaráin Paredes por 45 minutos, pues el 19 de febrero de 1913, de 17:15 a 18:00 horas, ejerció el cargo únicamente para tomarle protesta al asesino de Francisco Ignacio Madero González, Victoriano Huerta Márquez (1913-1914). Ramón F. Iturbe gobernó Sinaloa de 1917 a 1920, exactamente el mismo periodo presidencial de Venustiano Carranza. Ángel Flores (1920-1924), por su parte, fue gobernador en el tiempo que detentaron la presidencia de la República dos sonorenses: Adolfo de la Huerta (1920) y Álvaro Obregón Salido (1921-1924).
Juan de Dios Bátiz Paredes (1926- 1927), quien junto con otros grandes educadores mexicanos fundó, nueve años después, el Instituto Politécnico Nacional, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, fue el gobernador número 38 del estado, cuando fue presidente de la República el también oriundo del vecino estado de Sonora, Plutarco Elías Calles (1924-1928).
En el sexenio de Lázaro Cárdenas, repetimos, hubieron tres gobernadores de Sinaloa: Manuel Páez (1933-1935), reelecto, Gabriel Leyva Velázquez (1936-1939), que se reelegiría en 1957, y Alfredo Delgado (1940). La aplicación de la reforma agraria por primera vez en el país desde 1917, llevada a cabo por el presidente Cárdenas, con el correspondiente reparto de tierras que afectó los latifundios heredados de la colonia española y del porfiriato, creó las condiciones políticas que propiciaron el asesinato del gobernador cardenista Rodolfo T. Loaiza (1941-1944), siendo uno de los tres mandatarios sinaloenses del periodo presidencial de Manuel Ávila Camacho (1940-1946), en plena Segunda Guerra Mundial. Los otros dos fueron Teodoro Cruz (1944) y Pablo Macías Valenzuela (1945-1950). Éste, cubrió los cuatro primeros años del gobierno federal de Miguel Alemán Valdés (1946-1952), primer presidente civil desde la Revolución.
Alcanzado por la inestabilidad que arrojó el proditorio asesinato de Loaiza, Enrique Pérez Arce solamente estuvo en la gubernatura de 1951 a 1952, sucediéndolo Rigoberto Aguilar Pico (1953-1956), quien, después de 4 años en el gobierno del estado, dio paso para que regresara al poder Gabriel Leyva Velázquez (1957-1962), abarcando, éste, parte de dos sexenios presidenciales: la del veracruzano Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) y la del paisano de Enrique Peña Nieto, Adolfo López Mateos (1959-1964).
Ojalá el jurado del próximo Himno de Sinaloa tome en cuenta nuestra historia a través de nuestros gobernadores, no solamente la métrica de los versos, la estructura de las estrofas y el coro y los compases.
*Economista y compositor.
Agustin Martinez de Castro Cardenas era padre del Ing. Mariano Martinez de Castro Vega. AMdC era mi tatarabuelo y MMdC ers mi tio bisabuelo. Un buen saludo. Gracias.
Flata considerar al Ingeniero Manuel Rodríguez Gutiérrez, gobernador provisional de 1914-1916.