Por Juan Cervera Sanchís*
Agujas, hilos, telas y dedales;
acuciosas muchachas costureras,
muchachas mansamente prisioneras
de los cuellos, los puños, los ojales.
Soñadoras muchachas sin caudales,
peritas en botones y tijeras;
pobres muchachas, pobres, no herederas;
sujetas a sus míseros jornales.
Las recuerdo cantando en sus talleres
por lo bajo, muy bajo, sus coplillas;
en realidad poéticas canciones.
Que cumplían las muchachas sus deberes,
las muchachas aquellas, tan sencillas;
cargadas de secretas ilusiones.
*Poeta y periodista andaluz.