Comunicado No. 944
Alfonso Reyes Ochoa (Monterrey, Nuevo León, 17 de mayo de 1889 – México, D.F., 27 de diciembre de 1959) es el pensador e intelectual, filósofo, poeta, ensayista, narrador, diplomático que mejor comprendió en su momento la trascendencia de difundir el conocimiento universal en México y América Latina y de vincular a México con el mundo.
Después de realizar los primeros estudios en su ciudad natal se trasladó a la ciudad de México, donde cursó la Escuela Nacional Preparatoria y la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que luego se convertiría en la Facultad de Derecho, de la que se graduó en 1913.
Cuando tenía 20 años, Alfonso Reyes participó al lado de otros escritores como Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso, José Vasconcelos, José Escofet, Isidro Fabela, Nemesio García Naranjo, Ricardo Gómez Robelo, Carlos González Peña, Mariano Silva y Aceves, Alfonso Teja Zabre, en la fundación del Ateneo de la Juventud, con el fin de leer y discutir a los clásicos griegos, pero donde derivarían reflexiones que cuestionaron el orden de cosas existentes, con críticas al positivismo que era la ideología de la clase gobernante, y produjeron cambios importantes en el país.
En 1910, a los 21 años de edad, Alfonso Reyes publicó su primer libro Cuestiones estéticas. Con la Revolución Mexicana no le fue bien a la familia de Reyes, pues era cercana al porfirismo. El escritor se exilió en España de 1914 hasta 1924. En ese periodo desarrolló su gusto por la literatura, la investigación, la filosofía, fueron los años en que se formó el gran pensador, literato, creador.
Alfonso Reyes público, en ensayo: Cuestiones estéticas (1911); El suicida (1917); Visión de Anáhuac (1917); Vísperas de España; Cartones de Madrid (1917); Retratos reales e imaginarios (1921); Simpatías y diferencias; Calendario; Homilía por la cultura; Cuestiones gongorinas (1927); Discurso por Virgilio (1931); Capítulos de literatura española (1939-1945); Pasado inmediato; Estudios helénicos; La filosofía helenística; La X en la frente; Memorias de cocina y bodega; Las burlas veras; México en una nuez.
En narrativa, escribió: Los tres tesoros; El plano oblicuo; Árbol de pólvora; Quince presencias; Los siete sobre Deva. Sueño de una tarde de agosto. En poesía: Huellas; Yerbas del tarahumara; Minuta; Homero en Cuernavaca y Sol de Monterrey.