Por Faustino López Osuna*
Dividido en dos partes, la lingüística y la enciclopédica, conteniendo 91 mil palabras, 230 mil acepciones, 5200 ilustraciones y una sección dedicada a las locuciones latinas y extranjeras de uso más difundido, el diccionario francés más universal, el Pequeño Larousse Ilustrado, está presente en 132 países de los cinco continentes del planeta.
Fue editado por primera vez en 1856 como Nuevo Diccionario de la Lengua Francesa, de Pierre Larousse. En 1906, dirigido por Claude Augé, como Pequeño Larousse Ilustrado, presentó la innovación de ilustrar profusamente el texto.
La adaptación española de este diccionario fue el Pequeño Larousse Ilustrado, de Miguel de Toro y Gisbert, que vio la primera luz en 1912. En 1950 fue rehecho en su totalidad, adoptando el título de Nuevo Pequeño Larousse Ilustrado. En 1995, la Editorial Larousse, con la colaboración de Ramón García-Pelayo, presentó el último Pequeño Larousse Ilustrado, completamente refundido. Al iniciar el nuevo milenio, el Pequeño LAROUSSE da el salto modernizador acompañando al tradicional diccionario un disco con la información enciclopédica computarizada.
Alguna vez, al azar, consultando su segunda parte consagrada a la Historia, la Geografía, las Ciencias y las Artes, encontré, para mi orgullo, el nombre de mi pueblo en sus páginas: “Aguacaliente de Gárate, balneario de México (Sinaloa)”. La verdad, me emocionó, pero no más de lo que lo emociona a uno leer su acta de nacimiento. Todo está ahí, sin embargo nadie presume ese documento, que sólo se convierte en materia de investigación cuando el mortal al que pertenece, tropieza con algún hecho social que lo saca del anonimato histórico en el que estaba condenado a vivir y morir, como todo mundo.
He de agregar que, así sea con la brevedad de un solo renglón, Aguacaliente de Gárate comparte el honor de figurar en el Pequeño Larousse Ilustrado, con otros ocho nombres sinaloenses:
“Sinaloa, río de México, que desemboca en el golfo de California. Estado de México; capital Culiacán; producción agrícola y ganadera; industria pesquera; yacimientos de antimonio y zinc.”
“Fuerte, río de México (Chihuahua y Sinaloa), que desemboca en el golfo de California; 450 km.”
“Guasave, población de México (Sinaloa).”
“Mocorito, río de México, que desemboca en el golfo de California. Población de México (Sinaloa).”
“Culiacán, río de México, que desemboca en el Pacífico. Ciudad de México, capital del Estado de Sinaloa; centro agrícola. (Habitantes culiacanos.) Obispado. Universidad. Fundada en 1599 por Nuño de Guzmán, que le dio el nombre de San Miguel.”
“Elota, municipio de México (Sinaloa).”
“Mazatlán, ciudad y puerto de México (Sinaloa); centro agrícola, comercial. Turismo. Obispado.”
“Piaxtla, río de México (Durango y Sinaloa), que desemboca en el Pacifico; 210 Km.”
Analizando la información, resulta obvio que para cualquier sinaloense habría el deseo de puntualizarla en algunos aspectos y agregar que, aparte de río, El Fuerte es población, lo mismo que Elota, que sólo se le menciona como municipio y no como río. Igualmente, Piaxtla no es únicamente río, sino que hay tres poblaciones con su nombre: Piaxtla de Arriba, Piaxtla de Abajo y Camino Real de Piaxtla, sin olvidar la hacienda con el mismo topónimo. Asentar que Mazatlán es centro agrícola es confundir el sur temporalero con los valles de riego del norte de la entidad, pero se agradece. Y, seguro que los culiacanenses le dan las gracias al Larousse por asignarles el gentilicio de culiacanes, aunque prefieran ser simple y sencillamente culichis.
*Economista y compositor.