Los martes de carnaval, tenían un encanto sumamente especial… Comenzaba todo por el desfile de los carros alegóricos y las llamadas comparsas que remataban con la presencia del rey feo (rey del carnaval) y la reyna y sus princesas que cerraban el desfile, preámbulo de la fiesta y baile que se realizarían por la noche en el ADM (Asociación Deportiva Minatitlán), que ni era asociación, ni era deportiva pero era el punto de reunión y festejo de las fechas altamente significativas de Minatitlán de mi infancia y mi Veracruz. Mucha gente se disfrazaba, claro… Y ante ello, recuerdo que se me ocurrió decirle a mi mamá un día al ver pasar el desfile: “Mira mami, unas niñas disfrazadas de tecas…” Habría que comenzar por decir que llamarle “teca” a una mujer istmeña, sonaba un tanto ofensivo para algunas personas en aquel entonces… Recuerdo perfectamente la mirada de la señora que iba al cuidado de esas niñas cuando me dijo: “Niña no disfraza… Tehuana viste su traje de fiesta, no disfraza…” primero me sentí asustado, pero poco a poco fui entendiendo las palabras de aquella mujer que con gran orgullo portaba el atuendo regional femenino…
Un atuendo que ha tenido tanta trascendencia, que ha sido considerado a la par del atuendo de china poblana, como atuendo nacional femenino a raíz de que Frida Kahlo lo internacionalizara… Los bailes, incluidos el del martes de carnaval, eran un verdadero arco iris de flores de seda… Las tehuanas en su danza cadenciosa constituían un verdadero mar donde era mágico sumergirse… Con los ojos cerrados y los brazos abiertos, corría por entre esas mujeres percibiéndolas a plenitud con el tacto… Los dedos infantiles se llenaban de la suavidad de sus atuendos en un frenesí verdaderamente erotizante, refiriéndonos a la acepción de erotismo como pulsión de vida… Al ritmo cadencioso de los sones sureños interpretados por la infaltable marimba orquesta, me perdía en ese laberinto de flores bordadas en los trajes bellísimos de las istmeñas altivas y orgullosas de su tradición y de su origen… Ya para entonces, se habían cambiado de posición el tocado algunas, otras lo habían guardado exhibiendo sus trenzas alrededor de la cabeza y las menos, conservaban el tocado con el resplandor grande… El tocado, o resplandor, es parte imprescindible del traje de la tehuana… Si comenzamos la descripción de arriba abajo, comienza precisamente por ese tocado que remata en realidad el bellísimo traje que principia (o termina dependiendo del lugar donde se comience) en otro encaje que llega prácticamente al piso y que deja apenas asomar el pie descalzo de la tehuana o con alguna sandalia ligerísima… sigue hacia arriba, el traje de tehuana, con la falda que es de algodón o de terciopelo si es de gala, pero en ambos casos, bordadas con flores de seda y ajustadas a la cintura con un cordón que corre por dentro del remate. La blusa, es relativamente nueva… Antaño, la mujer istmeña, iba con el torso desnudo y en los días de fiesta se pintaban sobre el cuerpo flores de colores que se conjugaban con el paisaje… Todavía recuerdo de niño, algunas comunidades a las que asistíamos para ver a la mujer istmeña pintadas de colores en el torso en sus días de fiesta… Cuando llegan al istmo de Tehuantepec las mujeres europeas, se ofenden ante “tal espectáculo lujurioso” y mandan traer de Europa, blusas bordadas y con finísimos encajes… La mujer istmeña, en su inocente naturalidad, al ver aquellas prendas tan elaboradas, pensaron que eran para cubrirse del sol ardiente del sureste y ni tardas ni perezosas, las pusieron en las cabezas a manera de tocados… Por esta razón, hasta la actualidad, si revisamos los famosos tocados de las tehuanas, nos daremos cuenta que tienen la forma absoluta de una blusa incluyendo las mangas. Estas “blusas”, tienen encajes en lo que sería la parte del cuello, encaje en lo que equivaldría a la cintura y llevan encaje también en el remate de las famosas “manguitas”. Tanto los encajes del tocado como el de la falda de la tehuana, van almidonados al máximo, quedando con una dureza y blancura extremas… Hay dos formas de lucir el tocado… Tiene el mismo, dos aberturas, una más pequeña que correspondería a la cabeza y otra más amplia que correspondería a la cintura. En la primera forma, la abertura más amplia, donde se tiene el resplandor almidonado más grande también, va sobre el peinado de trenza alrededor de la cabeza, el tocado no lleva pasador ni seguro alguno, solamente se detiene por la forma del peinado. Generalmente esta es la manera en que se porta en una fiesta o un desfile y poniendo la parte pequeña alrededor del rostro, para una ceremonia religiosa. El traje de tehuana, se complementa con aretes grandes de finísima filigrana de oro y un collar de filigrana de oro que generalmente termina en un crucifijo hecho de la misma filigrana. Las joyas de filigrana de oro, son indispensables en el atuendo de la tehuana, es una manera de demostrar que su pareja, tiene la capacidad de proporcionarle el bienestar necesario. Y desde luego, la música de la marimba, es absolutamente acorde con el atuendo de la tehuana, la mujer istmeña y su sensualidad suave, armoniosa, de alguna manera producto del entorno de su región… Cabe señalar aquí, que el istmo de Tehuantepec, constituyó un territorio político de nuestro país, hasta el año 1853 que fue dividido para formar parte hasta la actualidad, de los estados de Veracruz y Oaxaca. Pero en aquel entonces, desde Coatzacoalcos hasta Tehuantepec, eran las mismas costumbres, las mismas tradiciones, la misma música, el mismo atuendo… Minatitlán, hoy perteneciente a Veracruz, fue durante mucho tiempo, la capital del istmo, así que en todas las fiestas que recuerdo en aquel Minatitlán de mis amores y mi infancia, no podía faltar la mágica presencia de la tehuana… Mujer de encaje, de seda y sol.
*Cantante, compositor y escritor.
sublime la descripcion del tocado
:’) orgullosa de mi tierra <3
Ésta es la información que yo buscaba. Mi madre me había platicado la historia del tocado-blusa. Y busqué en otros sitios de elaborada investigación universitaria y no mencionaban esta importantísima información.