Por Francisco Aguilera*
Cito al diario ‘El País’:
No todo han sido malas noticias para la ministra de cultura, Ángeles González-Sinde, que también ha recibido el calor de muchos creadores por el consenso logrado con el PP. Los músicos Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Dani Martín y David Bisbal, cineastas como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar y Agustín Díaz Yanes y escritores como Almudena Grandes prestaron su firma en un comunicado que hizo circular la Asociación de Creadores de Contenidos Digitales. Y en la que se mostraba satisfacción por la llegada de un acuerdo, aunque les parezca insuficiente.
“Agradecemos el espíritu dialogante que ha marcado las negociaciones en todo momento y que todas las partes hayan antepuesto la urgencia de la regulación a sus intereses particulares”, dice la nota, que añade: “con ello han demostrado sensibilidad ante el deterioro económico que su ausencia provocaba. No por eso dejamos de ser conscientes de que es solo un comienzo y que como mercado nos quedan por afrontar numerosos retos en el nuevo panorama de modelos de negocio digitales. España tiene en la creación de contenidos uno de sus principales patrimonios y no puede permitirse perder la competitividad frente a los cada vez más potentes actores anglosajones y orientales. Ante esta situación, un marco legislativo es imprescindible para sentirnos respaldados y no perder el tren de los mercados digitales”.
También se sumaron a la circular, creadores tan dispares entre sí como Paz Vega, Javier Aguirresarobe, Paco de Lucía, Luis Eduardo Aute, Pau Donés, Antonio Carmona, Antonio Orozco, Alicia Keys, Gonzo Suárez, Fernando Marías, Espido Freire, Enrique Urbizu, Manuel Gómez Pereira, Carlos Molinero, Javier Limón o Amaia Montero.’
Este es el panorama de autores diversos ante la nueva ley española para proteger los derechos de autor en el mundo digital, que se va a atacar a prohibir su actividad a los webs que facilitan las descargas de contenidos artísticos y literarios -se presupone- vía comisión administrativa y aprobación judicial y no se dirige a los internautas que copian, como lo hace la famosa ley francesa HADOPI -Haute Autorité pour la Propriété Intellectuelle- que sanciona después de dos advertencias previas con la retirada de la conexión a internet más multa.
Entre estas legislaciones, se debaten una serie de países que quieren aumentar la actividad económica en internet, protegiendo los derechos de autor, lo que va a llevar tiempo, dada la complejidad actual de las licencias en una creación cultural.
Por mi parte, participé en el proyecto VERDI de la Unión Europea en el 2001, -Very Extensive Rights Data Information- al que dí nombre y parece se quedó en la utopía por su complejidad técnica y los intereses variados y dispares de autores, empresas y entidades de gestión. Era un proyecto que pretendía abarcar toda la producción cultural y extensible a marcas, dibujos y patentes y que quizás hoy podía ser revitalizado con los avances tecnológicos en la red.
En España, curiosamente, dicen se logra el acuerdo a cambio de la adaptación de la legislación sobre copia privada a las decisiones del tribunal europeo de justicia, lo que, a mi juicio, no es materia de cambio sino obligatoria según la normativa europea. Estarán excentos de pago del canon los profesionales y las empresas que no copian material protegido por la Ley de Propiedad Intelectual.
Esta ley en Francia está en discusión y el parlamento -que aprobó la primera ley en 1791 por un rey después decapitado por la Revolución- pide se revisen tarifas de las licencias y estructuras de la sociedad de gestión de derechos musicales… estamos en crisis.
Estas noticias son la actualidad de los derechos de autor que en las dos últimas décadas han conseguido un impulso en base a la legislación de la unión europea concediendo y ratificando derechos que hoy, a su juicio, necesitan una revisión en los casos expuestos y una readaptación a los desarrollos tecnológicos y económicos.
*Experto en propiedad intelectual