Por Ulises Cisneros*
Aún con el duro cierzo invernal encima, la villa de Álamos celebrará del 21 al 29 de enero la 27ª edición del Festival Cultural “Alfonso Ortiz Tirado” que, dada su constancia y su cada vez mayor ascendencia en la difusión artística, se ha convertido en el más importante de los festivales del Noroeste de México.
Por supuesto que tal prestigio no es consecuencia de la casualidad. Es producto del respaldo que a la cultura ha dado el Gobierno del Estado de Sonora desde hace años, vinculándola con los planes de promoción turística y desarrollo económico y, de manera relevante, con el interés de los sectores productivos por proyectar las fortalezas del patrimonio cultural del vecino estado.
Tal estrategia ha sido fructífera. En la primera década de este siglo fue apuntalándose la promoción nacional e internacional del festival como un gancho de atracción de inversiones para Sonora.
Debido a los antecedentes de inversión inmobiliaria por parte de acaudalados y discretos extranjeros que optaron por la elección de residencia temporal en Álamos fue ampliándose la gama de oportunidades que, de forma integral, fortaleció las bases de una expansión estratégica del turismo cultural y también del de negocios al propiciarse los encuentros de información sobre otros rubros como la minería y la agroindustria, capitulares en la sustentabilidad económica del sur sonorense.
En correspondencia con su modelo de crecimiento, Álamos mantiene su patrimonio histórico y arquitectónico en excelentes condiciones físicas para aprovecharlo como una infraestructura de servicios apta para la atención de calidad a sus visitantes.
Entre otras, tal circunstancia ha propiciado que el festival se haya extensivo a otros municipios sonorenses como -ahora en esta edición- Huatabampo, Navojoa, Cajeme, Etchojoa, Guaymas y Hermosillo con una agenda de 170 actividades artísticas en la que participan grupos y solistas de Rusia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Cuba, Canadá y México.
Más relevante resulta que la sinergia establecida entre el sector público y el privado haya originado el patrocinio al festival por parte de importantes empresas como el Grupo Modelo, Coca Cola y Telmex pues, dicho anecdóticamente, el festival está hasta en la coca.
¿Las pruebas al canto? Para mi sorpresa, estando en Mazatlán quince días atrás, pedí en un restaurante una coca cola. En el envase de aluminio colorado apareció el logotipo de esta edición del festival. “Así es como se hacen las cosas en promoción cultural”, dije para mis adentros. Con mayor gusto me la tomé, recordando el fabuloso concierto de la soprano estadunidense, Jessie Norman, en 2010.
Sólo me falta corroborar en alguna tarjeta telefónica y ver el logo en una cerveza Modelo para apuntalar la excelente impresión que me causó ver demostrada la hábil y práctica campaña publicitaria. Por lo pronto, ya circulan en Sonora medio millón de tarjetas de tiempo-aire con la imagen conmemorativa del festival.
Esto concuerda con lo dicho un año atrás por la directora general del Instituto Sonorense de Cultura, Poly Coronel Gándara, quien apenas había asumido su cargo por encomienda del gobernador Guillermo Padrés Elías, cuando conversamos acerca de sus proyectos en general para el instituto y, en particular, para el festival. “Lo tendremos hasta en la sopa”, mencionó en aquella ocasión. Cumplió su palabra.
La referencia prueba que hay apoyos para la cultura más allá de los recursos que destina el sector público. Sólo es necesario tener un eficiente sistema de gestión y procuración de recursos asociados a proyectos y programas de alta escala, una estricta planeación financiera y mediática y, por supuesto, una eficaz plataforma de relaciones públicas donde las partes invitadas a colaborar asuman su corresponsabilidad en el éxito de los acuerdos tomados.
La agenda de este año incluye a artistas como María Luisa Tamez (galardonada ahora con la Medalla Ortiz Tirado), Fernando de la Mora, Horacio Franco, Elizabeth Blancke-Briggs, Olivia Gorra, Genaro Sulvarán, Gonzalo Romeu, María Alejandres, Alán Pingarrón (el potentísimo cantante ciego que se dio a conocer en Ópera Pima), James Demster, Christopher Roldán, Juan Carlos Rodríguez, José Luis Duval, Susan Legg, Silviane Bellato, Ann Martin-Davis, Ángel Rodríguez, Mikhail Svetlov y Enrique Patrón de Rueda, entre otros.
También destaca la participación de la Orquesta de Cámara del Kremlin y de la Filarmónica de Sonora dirigida por Gordon Cambell, director de la Sinfónica de Sinaloa, con el reestreno en México 62 años después de la ópera “La mulata de Córdoba”, del maestro José Pablo Moncayo.
El programa general cuenta también con diversos espectáculos de música de cámara, tango, jazz, soul, rock, country, salsa y flamenco. Su variedad es estimulante para los diversos públicos que podrán acudir a las siete sedes del festival de manera gratuita en casi todos ellos.
Allá se darán cita los críticos musicales más importantes del país, colaboradores de diversos medios nacionales, quienes siguen la pauta de un festival cuyos organizadores han aprendido a hacer en grande y bien hechas las cosas para beneficio de su estado.
En cierto modo, es una justa retribución histórica al tenor y médico al que debe su nombre el festival, conocido también por su espíritu filantrópico y por las numerosas aportaciones que dio a las artes, la ciencia y la asistencia social. Ortiz Tirado, nacido el 24 de enero de 1893, desplegó una fecunda trayectoria artística y profesional que lo llevó a ser reconocido en América y Europa por su canto y sus numerosas grabaciones discográficas. Médico de Frida Kahlo, Agustín Lara y otras celebridades de la primera mitad del siglo XX, fue una autoridad en la cirugía de reconstrucción y ortopedia. Fue además uno de los cantantes de la Época de Oro de la XEW. Su muerte en 1960 fue un pesaroso acontecimiento nacional debido a la admiración y afecto popular que supo conquistar entre la gente.
Como dato curioso, él pasó buena parte de su infancia en Culiacán. Poco se ha escrito al respecto, pero lo indagaremos en virtud de las numerosas familias sinaloenses que tienen su origen en la villa de Álamos y que estuvieron en contacto con sus parientes a lo largo de los años. Ya tiene tarea don Adrián García Cortés.
Para mayor información sobre el festival, consulte el sitio web: www.festivalortiztirado.gob.mx.
*Escritor y periodista cultural.