Este 12 de enero se celebraron 103 años del natalicio en Culiacán, Sinaloa, de José Limón, artista universal y pilar de la danza moderna. Fue el mayor de 11 hijos de una familia integrada por Florencio Limón, músico de profesión, y Francisca Traslaviña, dedicada a las labores domésticas.
En 1918, el movimiento revolucionario obligó a la familia a emigrar a Estados Unidos, y fue en Nueva York, a los 20 años, donde Limón descubrió su vocación. Sobre esto siempre recordaría la primera función dancística a la que asistió: “Lo que presencié simple e irrevocablemente me cambió la vida. Vi la danza como una visión de poder inefable. Un hombre puede, con dignidad y torrencial majestuosidad, bailar. Bailar como las visiones de Michelangelo y como baila la música de Bach”.
Limón recibió los premios más importantes en Estados Unidos por su trabajo como bailarín y coreógrafo. Recibió cuatro doctorados honoríficos de importantes universidades, realizó 104 coreografías de las cuales 20 están en el repertorio de importantes compañías de América y Europa.
Aunque Limón desarrolló su carrera artística en Estados Unidos, fue fiel a su origen mexicano y lo plasmó en algunos de sus trabajos coreográficos: Danzas Mexicanas, La Malinche y Carlota, entre otras.
Tan actual sigue siendo la obra del maestro José Limón que Limón Dance Company, radicada en Estados Unidos, realizó en 2010 una gira por las ciudades de Guadalajara, Puebla, Monterrey, Cuernavaca y Distrito Federal.
En el estado de Sinaloa, lugar de nacimiento del famoso coreógrafo, año con año se lleva a cabo el Festival Internacional de Danza José Limón, con la asistencia de compañías internacionales, nacionales y locales.