Mocorito vivió intensamente los prolegómenos de la Revolución Mexicana, las noticias de las inconformidades a todo lo ancho del país, y las ideas de una revolución social pregonadas por los hermanos Flores Magón, publicadas en Voz del Norte, aparte de expresiones de descontento popular en los círculos obreros y campesinos de las grandes haciendas y las minas del Distrito, y lo comentado en reuniones de la bohemia en la casa del Dr. Enrique González Martínez, repercutieron en el seno de las familias Riveros, Buelna, González Rojo, De la Mora, Pérez, a tono con ese ambiente, el sacerdote de la villa propuso levantar un acto de fe, acorde a la encíclica papal que condenaba dentro del mundo católico la tendencia subversiva conocida en ese tiempo como modernismo.
En efecto en el archivo parroquial de la Purísima Concepción de Mocorito, se encuentra un original de este documento que llamó a toda la jerarquía católica de la diócesis a responder el cuestionario del acto de fe. Esfuerzo preventivo de los pastores de la grey, por conservar al rebaño dentro de los cánones de una militancia católica ya amenazada.
1909 ya era un año revolucionario, la masiva participación del pueblo en la contienda electoral entre José Ferrel y Diego Redo, fue la propuesta de una sociedad que quiso dejar constancia de que la lucha democrática electoral, era una alternativa válida para una alternancia dentro del porfirismo.
Hartos de la violencia del gobierno represivo, que había impuesto el gobernador Francisco Cañedo, fallecido apenas unos meses antes en junio de 1909, la respuesta por medio de clubes democráticos a la iniciativa maderista de disputar el poder al añoso dictador, sacudió a las elites de poder en Sinaloa.
Madero estuvo en el distrito de Mocorito, desplazándose a la limítrofe Angostura, desde donde concitó la adhesión de los Riveros, Avilés, Cuevas, López, Solano, y muchas familias que vieron en el empresario coahuilense la alternativa de un cambio.
Después de la ascensión de Madero al poder en 1911, quizás la pesimista visión del Dr. Enrique González Martínez, reflejó una generalizada opinión de aquellos que amodorrados políticamente después se lamentaron de no haber participado.
Sirva este editorial para conmemorar el centenario de la Revolución mexicana en Mocorito, lugar desde donde la juventud revolucionaria lanzó su mensaje de transformación que se hizo estructura institucional para que hoy tengamos la capacidad de contribuir a la marcha de un pueblo que no se ha rendido y lucha en la medida de sus posibilidades por un Sinaloa mejor.
*Director del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa.