Este municipio se sitúa en la parte norte del estado de Sinaloa. El Fuerte toma su nombre debido a la fortificación construida por Diego de Hurdaide, y a la importancia que tuvo la misma en la pacificación de los nativos de esta región.
En el año de 1563 Francisco de Ibarra fundó la Villa de San Juan Bautista de Carapoa, aproximadamente a 30 kilómetros de la actual ciudad de El Fuerte. Sin embargo, la existencia de esta villa fue efímera, pues fue atacada e incendiada por los Tehuecos.
Fue a principios del siglo XVII cuando Don Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros, ordenó la construcción de un fuerte para proveer de protección a los soldados colonizadores. Fue construido bajo la dirección de Diego Martínez de Hurdaide, quien bautizó este asentamiento de españoles, mestizos y mulatos, con el nombre de Fuerte del Marqués de Montesclaros, del cual resulta, a mediados del mismo siglo, la villa de El Fuerte de Montesclaros.
La ciudad cabecera fue adquiriendo gran relevancia política y eclesiástica, por lo cual en 1824, el Congreso Constituyente nombró a la villa de El Fuerte como capital del Estado de Occidente. Sin embargo, dos años más tarde y como consecuencia de la insurrección de los indígenas yaquis y mayos, la capital del estado se cambió a Cosalá.
El Fuerte se convirtió en departamento con la desaparición del Estado de Occidente, y posteriormente en distrito, para finalmente convertirse, en 1917, en el municipio de El Fuerte, con cabecera del mismo nombre.
La ciudad colonial de El Fuerte, aun con calles empedradas y otras recientemente adoquinadas, es una de las poblaciones más hermosas del estado de Sinaloa. Los españoles llegaron aquí por el oro y la plata, y construyeron magnificas mansiones y casonas que todavía existen. La arquitectura colonial se puede apreciar en construcciones como la iglesia del Sagrado Corazón, la Plaza de Armas, la Mansión Orrantia, Mansión Almada, la Posada del Hidalgo, la Mansión Joaquín de Ibarra convertida hoy en hotel y las ruinas de El Fuerte de Montesclaros.
La Plaza de Armas, rodeada de edificios con hermosas fachadas, atrae la atención de fuertenses y visitantes, con sus palmeras gigantescas, fuentes de cantera y pintorescos andadores que conducen a su quiosco. Aledaño a la plaza encontramos el Palacio Municipal con su imponente arquitectura recubierta en su totalidad de ladrillo rojo, donde podemos apreciar amplios portales, balcones y un gran patio central con arquería.
A unos pasos del templo se localizan Los Portales, que constituyen un agradable refugio para disfrutar de un café o comprar algún recuerdo en sus tiendas de artesanías. La Casa de la Cultura, ocupada en el pasado por jesuitas y posteriormente convertida en cárcel, cuenta con una biblioteca, una sala de exposiciones artísticas y presenta actividades culturales en sus noches bohemias.
Los vestigios prehispánicos que se localizan en la Piedra Escrita, los del arroyo de Los Zapotes, los del cerro de La Máscara y los de los cerros cercanos a Mochicahui, son petroglíficos de gran interés histórico y turístico. Por otra parte, Mochicahui, La Misión, Charay, Capomos y Jahuara, son pueblos que aún conservan tradiciones indígenas.
Entre sus atractivos naturales resalta el Río Fuerte y las presas Miguel Hidalgo, Josefa Ortíz y Huites, en donde se practica la pesca de lobina negra, mojarra y bagre, además se puede practicar la cacería de paloma ala blanca, conejo y pato canadiense en temporada.
El Fuerte también es conocido como “La puerta de entrada a la Barranca del Cobre”, es una de las atracciones principales por dónde empezar el recorrido de la sierra tarahumara y el Cañón del Cobre el cual se considera más largo y profundo que el Gran Cañón de El Colorado.
La estación de ferrocarril de El Fuerte se localiza a 6 kilómetros de la ciudad, el tren pasa diariamente a las 8:30 a.m. para iniciar su recorrido a través de la sierra madre occidental atravesando 37 puentes y 86 túneles.
Este municipio queda comprendido dentro del circuito turístico Los Mochis-Mochicahui-El Fuerte-Choix. Sus atractivos naturales, históricos, arquitectónicos y sus fuertes tradiciones indígenas convierten a El Fuerte en una joya colonial sinaloense.
¡Visita El Fuerte, un lugar para vivirlo!
Fuente: Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Sinaloa
y el H. Ayundamiento de Angostura.
*Maestra en Política Pública. ITESM.