Por Mario Arturo Ramos*
El dos de noviembre se celebra la fiesta de muertos, México se llena de altares, poesía, flores, ofrendas, veladoras, incienso y canciones muchas, muchas canciones, con música agradan a los difuntos en su día. La muerte en la canción popular tiene un sitio especial entre sus temáticas, se le utiliza de despedida a quien se va para siempre; se le nombra como final pasajero o definitivo, emocional o físico, imaginario o real el canto hace recordarla melodiosamente, sirve para llorarla o sonreírle, para morir cantando. En la canción iberoamericana la parca es humorística y trágica como todas las muertes. La breve antología que compartimos, es una compilación (fragmentos) de cantos a la muerte, que como siempre estarán presentes el dos de noviembre en la fiesta de muertos.
La voz popular se manifiesta en la canción para tratar a la “huesuda” con simpatía y familiaridad; la muerte es uno de los acontecimientos de la vida y por lo tanto se le escriben versos cantables, armonías fáciles o complicadas, solemnes o “jacarandosas” como son las canciones a la muerte.
Adiós ángel mío D. P (fragmento)
Adiós ángel mío
te vas a partir
mirando que dejas
un corazón a sufrir.
Si cuando vuelvas
ya no me encuentras aquí
iras a mi tumba y allí
lloraras por mi.
El muerto murió D. P.
El muerto murió
y la viuda de recuerdo un retrato se guardó
para no olvidar a su esposo tan querido
que su genio le aguantó.
Pero la viuda prendose de un doncel
y para no ver esas cosas
de ese modelo de esposas
el retrato del marido se peló de la pared.
Un día el marido temiendo por la suerte de su mujer,
levantose una noche que la viuda festejaba
con el vivo su contento,
el pobre muerto al momento
otra vez muerto cayó.
Coplas D. P.
(San Luis Potosí)
Caminito del santuario
fui al velorio con la viuda,
y durante el novenario
le preste toda mi ayuda,
como soy humanitario,
gozando de su hermosura.
(Estado de México)
Al pasar por un panteón
yo vi una mata de ruda;
¡qué ojos me pelará el muerto,
si me viera con la viuda!
(Oaxaca)
Para mejorar mi vida,
me enamoré de la muerte,
y corrí con tanta suerte,
que la hice mi querida,
y ahora me siento fuerte,
porque la tengo parida.
La parca vaciladora D.P (fragmento)
La condenada huesuda
a pierna suelta dormía
en la vieja mecedora
de la solterona tía.
Velaban a la muertita,
con música de tambora
para ver si se marchaba
la parca vaciladora.
Si la muerte pisa mi huerto Joan Manuel Serrat (fragmento)
la muerte pisa mi huerto
¿quién firmará que he muerto de muerte natural?
¿quién lo voceará en mi pueblo?
¿quién pondrá un lazo negro en el entreabierto portal?
¿quién será ese buen amigo que morirá conmigo aunque sea un tanto así?
¿quién mentirá un padre nuestro?
Y a rey muerto, rey puesto pensará para sí.
La niña de Guatemala José Martí/Oscar Chávez (fragmento)
Quiero la sombra de un ala,
contar este cuento en flor,
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran delirio los ramos y las orlas de reseda
y de jazmín: la enterramos en una caja de seda.
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de amor,
él volvió, volvió casado, ella se murió de amor.
La muerte Tomás Méndez (fragmento)
Viene la muerte luciendo
mil llamativos colores
ven, dame un beso pelona
que ando huérfano de amores.
No le temo a la muerte
más le temo a la vida
como cuesta morirse
cuando el alma anda herida.
*Autor e investigador