Tomado de El Financiero
Por Redacción
Las osamentas que corresponden a 14 próceres quedaron en buen estado de conservación
Es la primera vez que se les realizan estudios y tratamientos especializados para su conservación, señala Alfonso de Maria y Campos
Los restos óseos de los 14 héroes de la gesta insurgente de 1810, que reposan en la Columna de la Independencia, fueron sometidos por primera vez en su historia a un minucioso proceso de preservación y restauración, por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así lo señaló Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, al precisar que si bien los restos de estos héroes nacionales fueron motivo de honras en 1823, 1895 y 1925, ésta es la primera vez que se les realizan estudios y tratamientos especializados para su conservación.
De tal suerte que estas reliquias que “simbolizan la muerte de muchos mexicanos”, seguirán preservándose por muchos años más, para las futuras generaciones, añadió.
Durante una conferencia de prensa encabezada por Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, el titular del INAH aseguró que el proceso de deterioro de los huesos iba en aumento y era urgente intervenirlos para asegurar su conservación para la posteridad.
Detalló que el análisis realizado por especialistas en conservación y en antropología física del INAH, encabezados por la restauradora Lilia Rivero Weber, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, y el antropólogo físico José Antonio Pompa Padilla, director de Antropología Física, aseguran que el estado de conservación de las urnas y las osamentas de los héroes de la Independencia es bueno.
Durante el desarrollo de los estudios, dijo, se identificaron los restos óseos de 14 próceres que murieron en tres momentos distintos de la gesta independentista:
Sus albores, su desarrollo y su consumación. Dentro del primer grupo se encuentran los correspondientes a Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez y Miguel Hidalgo y Costilla, cuyos cráneos permanecieron expuestos de 1810 a 1821 en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato.
Los restos de Mariano Matamoros, José María Morelos y Pavón, Víctor Rosales, Pedro Moreno y Xavier Mina, conforman el segundo grupo, quienes fallecieron durante la guerra.
Finalmente, las osamentas de Vicente Guerrero, Leona Vicario, Guadalupe Victoria, Andrés Quintana Roo y Nicolás Bravo, constituyen la categoría de los insurgentes muertos tras el término de la lucha.
Cabe recordar que el pasado 30 de mayo las urnas que contienen las reliquias de los próceres fueron trasladadas de la Columna de la Independencia a los laboratorios de conservación del INAH, en el Museo Nacional de Historia, “Castillo de Chapultepec”, precedidos por una ceremonia solemne que encabezó el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Antes de haber sido depositados en la Columna de la Independencia, los restos óseos de los héroes patrios estuvieron dispersos en distintos lugares, cuyas condiciones climáticas no favorecieron su óptima preservación.
Tanto los recipientes, como su contenido, mostraban el deterioro del paso del tiempo y era urgente e inaplazable someterlos a un proceso integral de restauración que asegurara su conservación digna y respetuosa.
Con base en lo anterior, a cada urna se le hizo una toma radiográfica para verificar su contenido, definir la posición exacta de los huesos, observar la cantidad de restos óseos y objetos asociados.
El proceso se llevó a cabo con un equipo portátil de radiografía de alta calidad, y por un radiólogo especializado en la toma radiográfica de bienes culturales.
Una vez realizada la toma de radiografías, se procedió a la apertura de las urnas, iniciando con aquellas que presentaban chapas y cierres abiertos, como las urnas de Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, Francisco Javier Mina y Andrés Quintana Roo, mientras que un especialista fue abriendo cuidadosamente las urnas con cerraduras activas.
Posteriormente se hizo el examen de los restos óseos contenidos en cada una de las urnas, mediante las técnicas de antropología física más avanzadas, con el propósito de realizar un inventario detallado y determinar su estado físico.
En tanto, el proceso de conservación que se aplicó en estos restos óseos tuvo por objeto detener la pulverización de la estructura interna de los huesos, a partir de un método de remineralización y quitinización artificial.
También se aplicaron procesos de restauración a las urnas, ya que las correspondientes a Guadalupe Victoria, Francisco Javier Mina y la denominada el “Libro”, con restos de Juan Aldama, Ignacio Allende, Mariano Jiménez y Miguel Hidalgo y Costilla, se encontraron en mal estado de conservación.
Basados en el criterio de respeto al objeto histórico que estas urnas representan, se llevó a cabo un proceso de conservación y restauración integral acotado a los originales, consolidando los materiales presentes y posteriormente se les mejoró de manera estética, sin pretender dar la imagen de un objeto nuevo, sino de un objeto histórico restaurado.
El traslado de las urnas con los restos óseos de los héroes del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional, este domingo 15 de agosto, estará a cargo de las Fuerzas Armadas bajo riguroso protocolo militar y con los preparativos y supervisión de los especialistas del INAH.
Después de recibir el homenaje del pueblo mexicano, serán reintegrados a la Columna de la Independencia. (Con información de Notimex/JJJ)