Tomado de El Financiero.
El concepto de este ser sobrenatural se ha desvirtuado para ser relacionado con maleficios
Para las culturas mesoamericanas estos seres mitológicos eran guardianes de tierras
Con la capacidad de transformarse en animales, el nagual era para las culturas mesoamericanas un ser protector de los espacios sagrados y hoy en diversas poblaciones indígenas del país, el concepto de este ser sobrenatural se ha desvirtuado para ser relacionado con maleficios.
Para rescatar el concepto y valor cultural que tenían éstos y otros seres mitológicos de la época prehispánica, del 18 al 20 de agosto se llevará a cabo el I Congreso Internacional de Folclore y Tradición Oral en Arqueología, con sede en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde se darán cita cerca de 50 investigadores de Argentina, Colombia, Brasil, Guatemala, El Salvador y México.
Próximo a participar en este foro académico, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco Rivas Castro, especialista en tradición oral, señaló que a partir de las representaciones de naguales en códices prehispánicos y lienzos coloniales del siglo XVI, se ha logrado profundizar en el simbolismo que había detrás de estos personajes.
El antropólogo Rivas Castro comentó que la imagen de los naguales está presente en los códices Borbónico, Laud, Fejérváry-Mayer y Bodley, así como el Lienzo de Ihuatlán, documentos que permiten acercarse a la concepción que se tenía de éstos en las culturas mesoamericanas, principalmente en la mexica y la mixteca.
“El objetivo de hablar de los naguales en este congreso es rescatar el concepto, y significado que tenían estos seres, toda vez que en la actualidad se ha perdido esa connotación protectora que tenían hace más de 500 años”, precisó.
“En la época antigua el nagual era aquel que cuidaba las tierras y los espacios sagrados, era ‘ojo’ y ‘garra’, ojo porque vigilaba que todo estuviera en orden, y garra porque era el que castigaba a la gente que transgredía los lineamientos religiosos, tales como profanar los espacios rituales”, adujo.
Rivas Castro destacó la capacidad de transformación física que se les atribuía entre las antiguas culturas, “era un don que les daba las habilidades, destrezas y fortalezas de ciertos animales, como el jaguar, el coyote o aves rapaces, para desarrollar sus funciones”.
El especialista, adscrito a la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, indicó que fue durante la Colonia (1521-1821) cuando el perfil de los naguales comenzó a desvirtuarse, al integrarse al sincretismo prehispánico elementos europeos como la hechicería.
Hoy se les asocia con acciones maléficas, y con animales como perros negros o coyotes que roban bienes materiales.
“Esta tradición oral está aún muy arraigada en el imaginario colectivo de los pueblos indígenas, por lo cual es importante estudiarlo y ver cómo se ha modificado a través del tiempo”, comentó el investigador del INAH.
Sobra las representaciones de los naguales en los códices, Rivas Castro destacó el Borbónico, “donde se observa a Tezcatlipoca, considerado como uno de los agoreros o adivinos prehispánicos principales, y quien tenía varios naguales, es decir, se podía transformar en diversos animales, podría ser un quetzaltotolt o pavo precioso, o un huehuecoyotl o coyote viejo”.
En tanto, en el Códice Laud se observa otro nagual con cabeza de tecolote y cuerpo humano, el cual aparece encerrado entre unas rejas de madera. Frente a él se ve a un sacerdote de Mictlantecuhtli, dios de los muertos de la cultura mexica, que le ofrenda incienso al ser sobrenatural.
La representación femenina de este tipo de seres mitológicos, añadió el antropólogo, se observa en el Códice Fejérváry-Mayer, que muestra a una mujer transformándose en ave, junto con los tecuani o devoradores de hombres, que eran animales parecidos a los jaguares y que según la mitología prehispánica devoraban los corazones de las personas que transgredían los lugares sagrados, tales como cuevas o montañas.
Durante su participación en este primer congreso, el próximo 19 de agosto, Rivas Castro abundará además sobre la presencia de los naguales en la cultura mixteca, a partir de su representación en el Lienzo de Ihuatlán, que data del siglo XVI.
“Este textil pintado por tlacuilos o artistas indígenas tiene representado en la parte superior derecha a un nagual, mitad hombre y mitad bestia, que está protegiendo unas tierras de cultivo”, indicó Rivas Castro.
En el I Congreso Internacional de Folklore y Tradición Oral en Arqueología se abordarán temas como: Xinguimes y brujas entre Coetzala y Zongolica; La Santa Muerte, una visión del futuro de la religiosidad popular en México; Cosmovisión integración del temazcal, herbolaria, danza y del maíz en las curaciones actuales, así como Iconografía de la sirena en el arte popular de Guerrero, Puebla y Veracruz, entre otras. (Con información de Notimex/JJJ).