Por J. León Rodríguez Zúñiga*
Eran las 9 de la mañana del 20 del mes de julio del 2010. La calle Allende y Zaragoza de Mineral de Bustamante Tamaulipas, lucia hermosa, pues la lluvia había caído constantemente desde unos días anteriores ocasionando el derrumbe de una parte de la barda bicentenaria de la casa del fundador del pueblo capitán Nicolás Antonio Santiago del Castillo, allá por el año 1749.
Frente a la casa de los “Leones”, se encontraba estacionado el carro modelo 1987, denominado “mata trenes”, algún día explicaré su mote. Este carro despintado, de mal ver, tenia una misión casi parecida al caballo blanco de José Alfredo Jiménez, pues tenia que partir de la casa del cronista municipal hasta la ciudad de Puebla, y llegar al Hotel Real San Nicolás, ubicado en Tecamachalco, Puebla, donde se reunirían los cronistas de México durante los días: 23, 24, 25, y 26 del mismo mes de julio. Después de tomar la fotografía histórica con la familia, inició el viaje partiendo a las 9:30, pasando por Felipe Ángeles (Gavilán), Capulín (Rancho), ciudad de Tula, Tamaulipas, El Huizache, S.L.P, autopista San Luis – Querétaro, Huichapan, e Ixmiquilpan Hidalgo. Serían las 8 de la noche cuando empezó a recorrer las calles pintorescas de la ciudad de Ixmiquilpan, ahí durmió porque el corazón le iba fallando, pero otro día un buen doctor mecánico lo atendió y aseguró que podía llegar hasta donde quisiera, pero a su paso normal.
Después de ser atendido el “mata trenes”, pudo continuar su marcha el día 22 a partir de las 6 de la mañana, rumbo a Tecamachalco, Puebla; pasando por Pachuca, ciudad Zahagún, Puebla y finalmente llegar a su destino, a las 2 de la tarde (Hotel Real San Nicolás) en la ciudad de Tecamachalco, Puebla.
Ahí se estacionó durante 4 días, mientras se desarrollaba el XXXIII Congreso Nacional de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas A.C., donde el anfitrión fue el compañero Carlos Bárcenas Nava, nuevo presidente de la nacional y entregó la estafeta mi amigo Matías Rodríguez Chihuahua, originario de Matamoros, Coahuila. Una vez instalado el congreso nacional, el cronista de Mineral de Bustamante, Tamaulipas, expuso en la mesa número III de la Revolución Mexicana y en la Universidad Tecnológica de Tecamachalco, el tema: “Debilidades y Fortalezas de la Revolución Mexicana en tu comunidad”, involucrando a los bustamantences: Vicente Jerónimo Hernández (1897- 1995), Ignacio Martínez Castillo (1888- 1961), Román Bernal Covarrubias(1899-1994), Toribio Tejada Ruiz (1906-1999), Martin Correa Pérez (1897-1987), Hilario Ríos Reyna (1898- 1979), Pedro Trejo Hernández (1900-1990) y presentación del documental “Profesor y Gral. Alberto Carrera Torres” revolucionario tamaulipeco.
El día 24 por la tarde, se realizó la reunión plenaria para informar, solicitar, acordar la sede 2011 y asuntos generales. El informe fue claro y entendible, aclarando que todo lo que entró salió. La solicitud de la sede estuvo en dos estados: Hidalgo y Durango. Los hidalguenses obtuvieron 24 votos a favor, se registraron 3 abstenciones y Durango se levantó con 58 votos a favor de un total de 85 cronistas con derecho de votar y ser votados. La sede se la llevó el compañero y amigo José de la O Olguín, cronista de Durango, quien ofreció una buena expectativa a todos los cronistas y sus acompañantes nacionales, por lo tanto nos vamos a Durango el 2011.
En los asuntos generales, el cronista de Bustamante, Tamaulipas, propuso:
1.- Que se gestione en los municipios para que se coloque una bandera nacional, en un punto visible y esté permanente, donde no la hay.
2.- Que se suban a internet, todos los trabajos que envíen los socios activos.
3.- Que se exponga ante la Asociación en asamblea, el tiempo de exposición de cada participante.
Fue así como se fueron agotando todos los puntos de la asamblea general, llegando a un feliz término y repartimos abrazos y buenos deseos a todos los compañeros siendo un foco de atención el estado de Durango para la próxima reunión nacional.
El presidente municipal de Chalchicomula de Sesma, Nueva Ciudad Serdán, Puebla y su honorable cabildo, declaró “Huéspedes distinguidos” a todos los cronistas, en esta ciudad escribí el poema “Vamos a Durango”, poniendo en alto a Bustamante y aplaudida la participación al comentarles que en 30 minutos lo había escrito, (no son flores, así fue).
Para el 26 la ciudad de Puebla, recibió a todos los cronistas, pero antes o mejor dicho durante el viaje en el autobús, se exponía en las pantallas de la televisión del mismo, la vida y obra del Gral. Alberto Carrera Torres, con muy buena aceptación.
Después de las 3 de la tarde, el municipio de Tochtepec, en sesión solemne de cabildo, nos declaró “Huéspedes distinguidos”, ofreció un convivio en seguida, un programa donde participaron mujeres de la tercera edad perfectamente ataviadas con su traje poblano y una fiesta charra, donde hermosas damas motadas a caballo realizaron suertes propias de una excelente escaramuza de indias apaches y mujeres de rancheros o hacendados.
Debo aclarar que el lienzo charro “Mano con mano” de la villa de Bustamante, no le pide nada al de Tochtepec, Puebla. Durante la fiesta charra, recordé con agrado a los charros de mi pueblo, pues cada quien hace lo que sabe y puede recordar en Jesús Rodríguez Hernández, que se tenia un buen jinete, pues hasta lo que sé, no lo ha tumbado un animal en el ruedo. Regresando con las chicas amazonas de Tochtepec, Puebla, fue impresionante observar como realizaron el “paso de la muerte” dos bellas mujeres, disfrutando después un tequila regional.
Retornamos a Tecamachalco y por la noche en un lugar apropiado, disfrutamos la cena de despedida y nos dijimos hasta pronto, pues el congreso había terminado.
Ahora el problema continuaba para el “mata trenes”, que tenía varios días estacionado como vehículo raro en el modesto hotel y que llevaba el compromiso de regresar por carreteras libres y de cuota hasta Bustamante, bueno, el 27 volvió a caminar rumbo a Cumbres de Maltrata, Puebla, pasó los túneles con facilidad, continuo hacia Xalapa, para las 7 de la tarde noche, ya se encontraban en la ciudad de las flores, se estacionó y no se movió, sino hasta el 31 del mismo mes de julio a las 9 de la mañana, tomando el rumbo de Veracruz, Poza Rica, Tuxpan, Tampico y Cd. Victoria, llegando a la 1:30 de la mañana del primero de agosto, trasladando sanos y salvos a sus 3 pasajeros y con la satisfacción de haber cumplido con su misión que se antojaba imposible.
Res non verba