Por Alejandra A. Gaxiola*
En la Sierra Madre Occidental, situado al sur de nuestro bello estado de Sinaloa y rodeado de una exótica naturaleza, encontramos el pueblo mágico de Cosalá. Las crónicas del siglo XVI relatan que fue el singular color verde esmeralda de sus arroyos lo que le dio el nombre de Quetzalla, que significa “lugar de hermosos alrededores”. Este significado también se atribuye al fulgurante brillo del oro y plata que encumbró a la localidad como el Real de Minas de Nuestra Señora de las Once Mil Vírgenes de Cosalá, fundado el 13 de marzo de 1526.
Desde agosto de 1826 hasta finales de 1827, Cosalá fue la capital del llamado estado de Occidente que estuvo conformado por las provincias de Sonora y Sinaloa; y fue en esa misma época cuando se publicó en el municipio el primer periódico del noroeste del país, al cual se dio el nombre de El Espectador Imparcial. En 1810, Cosalá era considerada como la población más próspera del noroeste de México con un inventario de más de 50 minas, convirtiéndose en una de las expresiones más importantes de modelo de ciudad minera.
La arquitectura costaltense nos ofrece un magnífico espectáculo visual conformado por más de 250 edificios históricos, entre los más representativos se encuentra la Parroquia de Santa Úrsula, donde se pueden apreciar valiosas piezas de arte sacro. El Museo de Minería e Historia es una opción ideal para quienes deseen conocer de cerca el pasado de este pueblo mágico, pues a través de las salas de esta construcción del siglo XVIII se pueden admirar objetos arqueológicos, así como una interesante colección de pinturas y objetos antiguos, los cuales nos cuentan de manera muy singular los orígenes y el desarrollo del municipio a través de los años.
Para quienes disfrutan de la arquitectura, el recorrido continúa a través de las pintorescas calles de Cosalá, que nos llevan paso a paso a descubrir los numerosos edificios, fachadas e interiores que se conservan casi en su totalidad. Es así, como a lo largo del casco urbano se pueden apreciar construcciones como la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, el Palacio Municipal, la Plaza de Armas, el Convento Jesuita, la Quinta Minera, la Casa del Cuartel Quemado e infinidad de casonas y rincones que albergan mitos y leyendas fascinantes.
Cosalá también ofrece una amplia variedad de alternativas para la recreación, a tan sólo 8km de la cabecera municipal se encuentra la reserva ecológica del Mineral de Nuestra Señora, donde se pueden realizar recorridos por senderos que permiten observar la flora y fauna del lugar, así como los petroglifos existentes. En la misma zona se localiza un aviario que hospeda a cerca de 136 especies, como la guacamaya verde, pitorreales, garzas, aguilillas y más.
Otro sitio de singular belleza está representado por las cascadas de Vado Hondo, conjunto de tres cascadas escalonadas que, para los más aventureros, pueden atravesarse en una tirolesa que culmina en los puentes colgantes sobre la densa vegetación y arroyos de agua cristalina. Este balneario esculpido por la naturaleza, es sin duda el escenario perfecto para disfrutar de un placentero día de campo con la familia.
Al noreste del municipio se sitúa la Gruta México, maravilla geológica donde se pueden observar enormes estalactitas y múltiples figuras formadas por la mano de la naturaleza. En la misma ruta se encuentra el Charco Azul, el Cajón de Tapayoca, con inscripciones de petroglifos de culturas ancestrales y el distrito minero de Guadalupe de los Reyes.
El municipio de Cosalá nos ofrece un sin fin de espacios para visitar y descubrir la historia y belleza de Sinaloa. Es así, que para conocer Cosalá, uno de los hermosos rincones situados sobre la geografía de nuestro estado es necesario vivir la experiencia de recorrer sus calles empedradas, admirar sus construcciones coloniales y saborear sus deliciosos platillos. Visita Cosalá, un lugar para vivirlo.
Fuente: Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Sinaloa.