Por Juan Manuel Veliz Fonseca*
Nació el 5 de noviembre de 1882, en la comunidad de Cabrera de Inzunza a 8 kilómetros al norte de la cabecera municipal y murió el 8 de diciembre de 1918, en Estación Bamoa, Guasave. Sus padres fueron Carlos Gámez y la señora Rosario Figueroa. Su padre era campesino y su mamá era mujer de hogar. El hecho de ser de origen campesino, eso si, gente honrada y humilde, ya que fue en este pueblo donde germinase la semilla revolucionara para que la familia Gámez, entre hermanos y primos (Maximiano, Juan, Jesús, Carlos, Pedro, Gabriel, Antonio, Lafiro), se fueran a la Revolución.
El profesor y cronista don Daniel Gámez Enríquez, en su libro “Mis tres Sinaloas” nos habla de su temple y carácter: “Narciso fue de carácter fuerte, temible y sin miedo a la muerte. Obtuvo el grado de capitán primero; fue traicionado en Estación Bamoa por su asistente, que lo asesinó dormido, cuando venia a tomar posesión de la presidencia municipal”. Algunos lo consideraban el azote de los caciques del Distrito de Sinaloa.
El capitán primero Narciso Gámez había llegado por la noche en tren procedente de la ciudad de Culiacán a Estación Bamoa. Él se había entrevistado con el gobernador el general Ramón F. Iturbe, ya que había resultado electo presidente municipal de Sinaloa y preparaba su toma de posesión. Estando en ese lugar es asesinado, así lo especifica su acta de defunción: “En la casa de un señora de nombre Susana Esquivel quien dio aviso a la villa de Sinaloa que Narciso Gámez había muerto a puñaladas por unos desconocidos, él estaba casado con Juliana Peñuelas vecina de Agua Caliente de Cota, Sinaloa”. Su cuerpo fue reclamado por sus familiares entre ellos el señor Dionisio Gámez.
Los restos de este revolucionario fueron sepultados en el panteón municipal, sin saber actualmente dónde está ubicada, quizás por la indolencia u olvido de sus familiares o de las autoridades emanadas de esa revolución, ya que no existe lugar preciso dónde quedó.
A Narciso Gámez se le acusó de las muertes de los capitanes Elías Mascareño Castro y de Eleno Escobar Urquidez sin proceso militar alguno, a un costado de la cárcel municipal donde actualmente se encuentran las oficinas, de lo que fue el desaparecido Banrural. El capitán primero Elías Mascareño, era originario del municipio de Angostura, incluso había sido compañero de armas Narciso Gámez y que se encontraba en la villa de Sinaloa en compañía de su novia, quien venía a consulta con el doctor Luis G. de la Torre.
Narciso nunca perdonó a los revolucionarios que en el año de 1913, se unieron al chacal, usurpador de la presidencia de la republica y asesino del general Victoriano Huerta. Además el ejército federal asesinó de forma sanguinaria en Cabrera de inzunza a su hermano el capitán primero Carlos Gámez Figueroa. Por otro lado al capitán primero Eleno Escobar Urquidez, lo mando también al paredón por abogar en defensa del capitán Elías Mascareño y desobedecer sus órdenes, diciéndolo a Narciso que estaba en un error.La fecha de su ejecución se dio la tarde del 8 de junio de 1915. Sus cuerpos fueron velados en la casa de doña Emeteria Urquidez, por la calle Benito Juárez s/n. Actualmente en ese domicilio vive en esa casa el señor Guillermo Montoya Urquidez, los cuerpos de los capitanes fueron sepultados en el panteón municipal.
El siguiente texto es parte de un documento firmado en lo que hoy es Sinaloa de Leyva en octubre de 1915 por Dionisio García, Capitán Eduardo J. Solorio, Melesio Valdez, Arcadio Antonio Valenzuela y Lorenzo Berltrán, entre otros, en donde interceden por el soldado Gámez, en contra de los rumores infundados de sus enemigos:
Los que suscribimos y que tenemos conocimiento a la justa petición que encierra el anterior ocurso del señor capitán promero Narciso Gámez, atentamente suplicamos prestarle debida ayuda, con el objeto de conseguir su benéfica curación, pues el ha sido el azote del caciquismo que tantos males no ha acarreado a los del pueblo que tanto tiempo sufrimos. No dudamos que ante esa superioridad haya informes en contra del señor capitán Gámez, pero todos ellos, han nacido del horror que le tienen, por ser el verdadero látigo que han fustigado las infamias de quienes en su contra informan.
Protestamos nuestros respetos y esperamos, con la ayuda de su gobierno la curación del señor capitán Gámez.
Yo soy nativo de Cabrera de Insunza. Conozco la historia de Gabriel Leyva Solano, pero no tengo muy claro este pasaje y la participación de Narciso Gámez en la Revolución. Mi abuela materna se llamaba Lucía Pérez Gámez y conozco una familia Gámez, quienes todavía viven ahí. Quintín, Teresa, Andrés, Mauricia(ALGUNOS YA FALLECIDOS). Los hijos de Quintìn viven ahí todavía.
Platicando con Carolina y Liberato, hijos de Quintín Gámez, encontré que su papá era hijo de Jesus Gámez, hermano a su vez de Narciso, Maximiamo y Carlos Gámez; los revolucionarios olvidados. Efectivamente todos los hermanos Gámez participaron en la Revolución desde junio de 1910 al lado de Gabriel Leyva Solano. Lástima que este pueblo esté abandonado ya que sus habitantes en su mayoría han emigrado en busca de mejores oportunidades. La casa grande donde vivían los Gámez Figueroa todavia está de pie, en ruinas.
seguramente quien escribio esta parte de la historia no conoce la parte misteriosa de la misma,porque las fechas Importantes pasan desapercibidas en esta comunidad de la cual me siento Orgulloso ver Nacido
EXCELENTE APORTE JUAN
FELICIDADES.