Por Maximiliano Castro Trejo*
Cuando la poesía haya muerto
un grillo y una rana
vigilarán su tumba
las miradas tristísimas
del mundo en duelo
no querrán misa
sino encuentro música y ritmo
facilidad de asombro
caerán los martillos coléricos
sobre el cristal ya no diáfano
de su verdugo lo harán traidor
delincuente culpable
y sufrirá el escarnio
no habrá tambores
no habrá luna
no habrá sol
sólo un inmenso manto acuífero de lágrimas
se podrá ver desde las alturas donde dios
sostendrá en sus manos el corazón del hombre
confundido entre el horro y la belleza
el tiempo ido
batirá en perpétuo duelo
las especies
y
no habrá luz
no habrá esperanza
Baudelaire Alberti Sabines Borges Paz
guardarán silencio
silencio