Por Faustino López Osuna*
En 1962, cuando cursaba el segundo año de la licenciatura en economía en el Instituto Politécnico Nacional, con motivo de tramitar unos permisos para viajar a Cuba, conocí al profesor Jesús Romero Flores, ex diputado constituyente y último sobreviviente de los integrantes de la legislatura que firmó en Querétaro la Constitución General de la República. Cuando le dije mi nombre y mi terruño me preguntó si era pariente de Sixto Osuna. Le dije que no sabía. “Pero si tiene su apellido, seguro usted es poeta”, comentó el profesor Romero. Y agregó: “Fue un buen bardo. Tengo para mí, que no lo hacía menos Amado Nervo. Lástima que se nos malogró”.
Años después, de regreso a Sinaloa, en una ocasión que paré en un restaurante típico en Villa Unión, sindicatura mazatleca donde nació Sixto y en la que una famosa sociedad mutualista lleva su nombre, el propietario, señor Manuel Sánchez Villalpando, al saber que yo provenía del vecino Aguacaliente de Gárate, trajo a colación que de ahí fue oriundo el padre del famoso vate, don Ricardo Osuna Valdez, habiendo sido su madre doña Carmen Paredes Arvallo viuda de Osuna, originaria de El Roble. Al repasar el árbol genealógico familiar, caímos en cuenta que teníamos el parentesco común de Sixto Osuna Paredes, su nombre completo, quien fue el mayor de cinco hermanos: Sixto, Santiago, Simón, Carmen y Guadalupe. Ambos por línea materna. Mi madre, Tomasa Osuna Angulo, siempre nos hablaba que su padre, mi abuelo Dámaso Osuna, visitaba en Villa Unión a Simón y Santiago, sus parientes.
Las dos hermanas de Sixto, Carmen y Guadalupe, se casaron con dos hermanos: Santiago y Alberto Sánchez Valdez. De ahí proviene el parentesco de don Manuel Sánchez Villalpando. De haber sabido esto en 1962, otra hubiera sido mi respuesta al profesor constitucionalista don Jesús Romero Flores.
El poeta sinaloense Sixto Osuna realizó sus primeros estudios en el colegio civil Rosales. Los continúo en Guadalajara. En Mazatlán dirigió El Correo de la Tarde y en Jalisco prosiguió su labor periodística. Cultivó con mucho esmero la amistad de Enrique González Martínez y de Francisco Verdugo Fálquez. Uno de sus grandes logros con el primero, que, por cierto, lo llamaba el Pájaro mudo, fue la revista Arte. Sixto Osuna nació y murió en dos primaveras: vio la primera luz el 28 de marzo de 1871 y, la última, debido a una neumonía, el 29 de abril de 1923.
In Pace
Divagaste la pena de mi melancolía
Como un divino pájaro, inconsistente y fatal,
Que descansó en las frondas de mi heredad sombría
Una noche de tantas que se puso á cantar.
Y terminó el encanto y tu misión cumpliste.
Yo proseguí como antes: ni más ni menos triste …
En mi alma ya no cabe una tristeza más.
Quiero enterrar muy hondo este recuerdo altivo,
Y para su epitafio, piadosamente inscribo
Este grito de amor… que no comprenderás.
Si muy interesante la vida y obra se Sixto Osuna, El poeta Villauniense, lastima que haya muerto joven,para que con sus escritos,ensayos y poemas hubiera contribuido mas a enriquecer la literatura mexicana,yo tambien soy nacido y criado en el pintoresco pueblo de Villa Union ,Sinaloa