Poco más de un centenario ha transcurrido desde que fuera fundado en Mocorito La Voz del Norte, por el maestro José Sabás de la Mora. Era un periódico que recogía el acontecer político, económico, social y cultural de aquella sociedad porfirista. Dicho periódico cumplió varios ciclos. Se editó en repetidas ocasiones pero todas fueron de corta duración. No era fácil (ni hoy lo es), lograr una publicación. Por ello, en esta nueva época, en que se cumplen los 3 primeros años de su edición, es necesario hacer un recuento del trabajo realizado tanto del Consejo de la Asociación Civil Dr. José Ley Domínguez, que hace posible su publicación, como de la dirección, equipo de redacción y colaboradores que semana a semana hacen sus entregas.
La Voz del Norte abrió sus páginas, como alas al viento, para arropar a todos aquellos amantes del arte y de las letras, facilitando espacios para que tuvieran cabida aquellos y aquellas que desearan abonarle a la cultura a través de la palabra escrita, como única vía para ser mejores. Las publicaciones han sido hechas con toda libertad, sin cortapisas de ninguna naturaleza; han tenido cabida todas las expresiones y credos; así, La Voz del Norte, ha caminado por los surcos de la cultura durante 3 años, que le han valido la crítica y la aceptación de cada vez más lectores. Consideramos que no hay que ir muy lejos para llevar a cabo este análisis y concluir que la jornada ha sido positiva. En estos 3 años en las páginas de La Voz del Norte, se ha escrito sobre temas relacionados con la crónica; danza y bailarines; sobre música, grupos y bandas, se ha escrito sobre los distintos géneros musicales; el tango, el corrido, el bolero, música vernácula, baladas, rok and rol, interpretes y compositores, etcétera.
Se ha escrito sobre los carnavales de nuestros pueblos; tradiciones orales, gastronomía y de las fiestas tradicionales de la región; personajes emblemáticos. La Voz del Norte ha otorgado espacios para escribir sobre festividades religiosas; sobre cine, actrices, actores y fotógrafos. La crítica literaria ha tenido un espacio privilegiado; los poetas locales y del mundo, ni se diga. Sus páginas han registrado semana a semana, festivales y encuentros culturales; los educadores han sido reconocidos en este espacio; tradiciones culturales, carreras de caballos y manifestaciones del folclor de nuestra tierra ha sido recogido oportunamente. En fin, todas y todos los que han requerido espacio para contar sus propias historias, sin duda, lo han tenido.
Los objetivos se cumplen semana a semana en La Voz del Norte, gracias al vigoroso esfuerzo, de plumas de innumerables colaboradores, como Alberto Ángel El Cuervo, Faustino López Osuna, Mario Arturo Ramos, Sylvia Teresa Manríquez, Juan Salvador Avilés Ochoa, Gilberto Javier López Alanís, Juan Manuel Véliz Fonseca, Salvador Antonio Echeagaray Picos, Juan Cervera Sanchiz; Carlos Lavín Figueroa; Francisco Padilla Beltrán, Gilberto López Castillo, Octavio Paredes, Luis Antonio García Sepúlveda, Adrián García Cortés, David Rubio Gutiérrez, Ulises Cisneros, Joaquín López Hernández, Eligio López Portillo; el recientemente desaparecido Dr. Jorge Alberto Macías Gutiérrez, Rigoberto Rodríguez Benítez, Oscar Lara Salazar, Sofía Mireles Gavito; el caricaturista Eleazar Bórquez (Cheyk), que con una imagen, dice más que mil palabras; María Esther Sánchez Armenta, Juan Carlos Gastélum, Cristina Urías Espinoza, Iván Escoto Mora, Imelda Sosa Valencia, por mencionar sólo algunos. En fin, cronistas, investigadores, historiadores y aficionados a la narrativa, que han hecho posible este anhelo cultural.
En realidad hacía falta, esta ventana de difusión cultural. Haciendo historia, recordamos otros esfuerzos que en esta materia han dejado huella, tales como revistas La Bohemia, Letras, Rumbos y Presagio, ya desaparecidas; otra que se niega a morir es Crónicas del Zuaque, pues pese a los embates y dificultades económicas, su director, Humberto Ruiz Sánchez la ha sostenido.
La Voz del Norte, tribuna cultural, ha echado sólidas raíces; ha logrado posicionarse en el gusto de lectores locales y nacionales, así como de sinaloenses y mexicanos que radican en el extranjero; porque merced a la tecnología pueden leer en línea, cada semana los contenidos de este esfuerzo, en cualquier parte del mundo.
La Voz del Norte, vino a llenar un vacío cultural de divulgación, no solo en la región sino en parte de la geografía mexicana a donde llega puntualmente. Han transcurrido 3 años en que La Voz del Norte, no solo ha dado cuenta del quehacer cultural, sino de hacerlo llegar semana a semana hasta las manos de los lectores. En este esfuerzo en el que sus directivos, redactores y este gran equipo de colaboradores, renuevan sus votos deseando larga vida a este semanario, va también nuestro agradecimiento a los lectores.
*La Promesa, Eldorado, Sinaloa, mayo de 2013.
