Por Sofía Mireles Gavito*
San Caralampio fue un sacerdote griego que según la tradición murió por defender la palabra de Cristo. Fue martirizado en el tiempo del Emperador Severo (191-211 D.C) en la ciudad de Efeso. Tenía 107 años cuando recibió el martirio. El Emperador lo mando decapitar. La misma hija del emperador creyó y acogió su cuerpo para enterrarlo debidamente. Su cráneo es guardado en el monasterio de San Esteban, Metéora. La Iglesia Ortodoxa lo conmemora el 10 de febrero; más en Comitán la feria comienza el día 10 de febrero con la entrada de flores, luego del 12 al 20 se reza un novenario y culmina el día 20 de febrero, que es la fecha que se conmemora aquí.
ORIGEN DE LA FESTIVIDAD.
Las diferentes versiones sobre la llegada del santo a Comitán coinciden en decir que fue en 1850 que llegó a la ciudad un soldado cubano de apellido Otero, quién traía consigo la novena de este mártir de Cristo. El Señor Raymundo Solís leyó la novena de San Caralampio, y quedo tan impresionado por la vida de este personaje, que compró la novena y mandó a pintar un cuadro con su imagen para venerarla en su rancho Tzeltón. Ese mismo año de 1850, azotó una epidemia de viruela y cólera en la región, pero sin afectar a la gente que vivía en su rancho; mas en cambio, la ciudad de Comitán había recibido graves estragos.
Don Raymundo Solís se dio a la tarea de promover la construcción de un tamplo bajo la advocación de San Caralampio, considerado abogado de las pestes. La construcción se llevó a cabo entre 1850 y 1852, en un terreno donado por Don Raymundo. La arquitectura del templo es de estilo neoclásico, tanto su fachada como el interior. En 1859 se mando hacer la imagen de bulto de San Caralampio con el escultor Tiburcio Gaytan.
La feria fue autorizada por la curia católica en 1853; y en 1862, el Estado de Chiapas a través de un decreto establece una feria anual de San Caralampio en Comitán, que durará del 15 al 22 de febrero.
LA FERIA.
En esta festividad se congrega una gran romería de personas que vienen de diferentes partes del municipio, y se acompañan con música de tamborileros y pitos, diablos bailarines y muertes, la feria es organizada por la junta de festejos del barrio.
La gente que proviene de las comunidades aledañas a Comitán se reúnen en un lugar llamado Chumish, que es el nombre del árbol que marca el sitio, vienen a caballo o a pie, con ramas y flores para cubrir el atrio del templo que se techa con ramas de laurel y eques, una flor silvestre.
Comitán era el único lugar en Chiapas donde se veneraba a San Caralampio; ahora este culto se ha extendido a otros lugares como la ciudad de Tapachula, donde comitecos que radican allí han llevado el culto.
BIBLIOGRAFIA.
Pulido Solís, María Trinidad. (2006) “Un culto comiteco, San Caralampio” en Tradiciones y Costumbres de mi pueblo. Tuxtla Gutiérrez. Pp: 80-82.
*Cronista de Tonalá, Chiapas